Ante el asombro general, el
ministro marroquí de comunicación y portavoz del gobierno) amenazo
recientemente, en el parlamento, con dimitir si… ¡aprieten el cinturón! Las cadenas
de televisión marroquíes, especialmente Medi1 TV “continúen difundiendo
publicidades de los juegos del azar.
Difícilmente se puede
comprender la actitud y postura de un ministro de un gobierno de un país que
tiene una Constitución, leyes y códigos de conducta.
¿No hay otro procedimiento en
los arsenales de leyes de Marruecos para hacer respetar la ley que la dimisión
de un ministro del gobierno de S.M.? o lo que es casi igual ¿Es más importante y
más tangible un canal de televisión, que pese a ser “privado” vive a expensas
de la bolsa de los ciudadanos, que un ministro?
Mala imagen del país y de su
proceso democrático.
Entre las súplicas y la
advertencia el ministro Mostafa Khalfi dijo ante los diputados de la nación que
Medi1 TV debe detener la difusión de la publicidad de estos juegos de azar “de
conformidad a las disposiciones de pliego de cargos que prohíbe la difusión de la
publicidad de juegos de azar.
O sea: que existe un pliego de
cargos, un acuerdo, leyes y una desafiante actitud que presagia una
inexplicable anarquía y geometría variable en cuanto a la aplicación de estas
leyes.
Pero ¡Santo Dios! ¿Existen o
no leyes en este país que todos debemos acatar? Luego… ¿Para qué sirve un
ministro?
La cadena privada (que, dicho
sea de paso, nos acaba de costar a los contribuyentes marroquíes el ojo de la
cara y nos costara todavía mas porque, cada vez que naufraga y lo hace muy a
menudo, como el resto de las cadenas de televisión en nuestro querido país, recurre
a las leyes y a los bolsillos del ciudadano) suspenderá…momentáneamente la difusión
de este tipo de publicidad, durante los meses de Cha’abn y Ramadán, no para
conformarse a las leyes del país y al pliego de cargos, decidido por el
gobierno del país (porque, seria conveniente recordarlo, este país tiene un
gobierno), sino debido a la nueva configuración de su nuevo accionariado.
Medi1 TV no esta sometida a la
tutela del gobierno, salvo cuando atraviesa quiebras que ya casi forma parte de su naturaleza y no parece
acordar mucha importancia a lo que dice o deja de decir el Sr. Khalfi.
La verdad es que, tanto la
actitud del ministro como el desafío de Medi1 TV constituyen un auténtico
atentado contra la imagen del país que se merece mejor ministro de comunicación
que el Sr. Khalfi y un canal que obre en el marco de las leyes del país y que
acate estas leyes como todos los marroquíes.
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