A raíz
de la adopción por el consejo de gobierno de la controvertida alza del SMIG de
10%, la Confederación
general de Empresas de Marruecos (CGEM) a la que se había opuesto con uñas y
dientes, combatiéndola encarnizadamente, ha expresado su deseo (un poco más que
un simple deseo) de obtener medidas compensatorias.
De
esta manera, con la intención de obtener estas medidas compensatorias en el
marco del proyecto de la próxima ley de Finanzas 2015, el patronato marroquí va
a lanzar, en los próximos días, un debate sobre el costo de trabajo en
Marruecos.
En
la “lista” de las prioridades de la
CGEM revelada durante la celebración de su asamblea general
ordinaria, figura, entre muchas otras “ambiciones”, la revisión de la llamada
eco-tasa (vuelta al punto de partida), la lucha contra lo informal (que es
justo), el ID y la TVA
(que lo es menos).
En
una palabra: ¡Que no se toque a la margen de mis beneficios!
El país
y sus prioridades, la coyuntura socio-económica y sus exigencias, los sacrificios
de los marroquíes y lo que merecen no parecen pesar en los cálculos del
patronato en el momento de defender sus “derechos”.
A
juzgar por las posturas de algunos de sus ministros como la del titular de comunicación
y portavoz del gobierno, el cual en vez de aplicar la ley, prefiere amenazar
por dimitir, no se excluye que el gobierno se excusara oficialmente ante la CGEM por el alza del SMIG y
por toda decisión en pro de los marroquíes.
¿Y
los marroquíes? Pues… no, parecen “pintar” gran cosa. Es una cuestión “bilateral”:
gobierno-patronato.
¿Y
el espíritu y la letra de la
Constitución del 2011? Pues… “vuelva usted mañana”.
Comentarios
Publicar un comentario