En
un análisis comparativo publicado recientemente, Fitch Ratings vuelve a
plantear las notas atribuidas a Marruecos y a Túnez desde la llamada “Primavera
árabe” y explica las divergencias de evolución entre ambos.
La
agencia de notación señala de entrada que la diferencia de notaciones de
Marruecos (BBB-estable) y la de Túnez (BB-negativa) desde el inicio de la
“Primavera árabe” en enero del 2011, “refleja diferentes desarrollos de la manera
con que se ha desarrollado la transición política en cada uno de los dos países
y su influencia sobre el rendimiento económico.
La
nota de Marruecos ha permanecido sin cambio mientras que la de Túnez ha bajado
unos 4 puntos en total.
En
el primer país “la transición de Marruecos hacia un sistema político mas
abierto se ha hecho de manera serena y suave”, citando a este respecto la nueva
Constitución marroquí del 2011 que, según dicha agencia, “ha permitido al
gobierno poner en marcha una serie de reformas”.
En
lo que concierne a Túnez, Fitch Ratings da cuenta de una transición “larga y
difícil” y recuerda al respecto los movimientos de protestas populares
permanentes, marcadas por violencia e instabilidad política que perjudican
enormemente la economía del país.
Luego,
la agencia nota que el Producto Interior
Bruto marroquí, ya sea industrial o terciario, ha crecido mas de 4% por ano en
media desde el 2011, permitiendo la estabilidad la continuación de la actividad
turística que el PIB en Túnez ha retrocedido un 1’9% en el 2011, el crecimiento
es, desde entonces por debajo de las realizaciones de antes de la crisis con,
especialmente los IDE y la llegada de turistas en una fuerte baja. En el 2013
no eran más de 6 millones en visitar Túnez contra 7 millones en el 2010.
En
este orden de ideas, los dos países han sufrido las consecuencias de la crisis
de la zona euro: De tal modo que en Marruecos, la degradación ha resultado
mayor y mas neta, pero los déficit han comenzado a estrecharse en el 2013 (a
5’4% y 7’5% del PIB respectivamente) a raiz de la reforma fiscal, los buenos
resultados de los nuevos sectores de exportación y de los precios de petróleo.
En
cambio, Túnez ha registrado un déficit de 6’5% el ano pasado en razón de la
lentitud de reformas.
El
informe indica que el país dispone de una ínfima margen de maniobra durante el
ano en curso.
A
medio plazo, según Fitch, un cambio político hacia un régimen democrático
estable puede impulsar la notación del país hacia el alza.
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