El
gobierno marroquí ha examinado hoy, de manera profunda, lo que su comunicado
llama “importancia de una estrategia nacional relativa a la consolidación de la
democracia y de derechos humanos para el periodo 2014-2017”.
Calificada
de “mecanismo indispensable” la estrategia contemplada tiende a, según el comunicado
del gobierno, “acompañar el desarrollo institucional y jurídico que conoce el
Reino en materia de derechos humanos” y descansa en cuatro pilares:
-
El gobierno y la democracia
-
Los derechos económicos, sociales, culturales y medioambientales
-
La protección de los derechos de los niños, de los ancianos,
discapacitados, inmigrantes y de los refugiados
-
Y la instauración de un marco jurídico reforzado para proteger los derechos
humanos.
El
gobierno ha estimado necesario más estudio y reflexión que lo hará en el curso
del próximo consejo de gobierno antes de adoptar dicha estrategia.
En
estos tiempos en que las asociaciones, organismos y organizaciones
supuestamente de defensa de la democracia y de derechos humanos se han
convertido en descarados militantes de “causas” y de clanes y partes implicadas
en conflictos y en concepciones geopolíticas para alinearse a favor de este en
contra de aquél, la iniciativa marroquí aparece como propia y por consiguiente un
medio preventivo, una inyección de inmunización o una profilaxis contra la
ingerencia in confesada e inconfesable de algunas potencias por o contra este o
aquél.
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