Coincidiendo
con la proclamación del 13 de marzo de cada año como Jornada Nacional de la
sociedad civil, la directora de la información de la cadena marroquí de
televisión 2M ha respondido al Jefe del Gobierno a través de un ataque de una
rara virulencia.
Entre
otras acusaciones ( o contra-criticas), Samira Sitial califica las criticas de
Abdelilah Benkiran de la gestión de esta cadena que cuesta al contribuyente
marroquí el ojo de la cara y que el gobierno ha tenido que intervenir más de
una vez para salvarla de un naufragio financiero anunciado, de “acoso” y
de “misóginas”.
Es
más y más incongruente: Sitail ha
advertido con un tono grave, casi patético al primer ministro de “graves
consecuencias si sigue criticándola”.
El
Sr. Benkiran está muy lejos de ser ejemplar cuando se trata de criticar a sus
adversarios políticos o a los que creen serlo.
Pero
de allí hasta tratar al primer ministro del país como lo hizo la Señora Sitial es
algo, cuando menos, inaceptable para no decir alucinante.
A
primera vista esto puede parecer democrático y hasta sano: una periodista que “responde”
al primer ministro.
No lo
es. Es una anarquía, una indisciplina institucional y una diarrea democrática.
Porque
los términos elegidos y las advertencias proferidas inducen a creer que la amenazadora
está “inmunizada”.
Esperemos
que no pueda haber en este país quien pudiera estimular a una funcionaria a
insultar a un jefe de ejecutivo.
Así
las cosas, se trata de uno de los nefastos resultados de cuando se recurre a prefabricar
élites, lideres y liderazgos, que a su
vez prefabrican “manifestaciones” contra esta o aquella fuerza política
nacional y que orientan lo que, en realidad, es un principio ético y una deontología
que no se puede extraviar ni secuestrar, a su antojo o al antojo de quien, a su
vez los orienta.
Si “otros”
siguieran el mal ejemplo de la directora de información de la 2M peor que un
crimen, seria un…error.
Comentarios
Publicar un comentario