No se trata de ninguna
excepción. Ninguna impostura dura mil años. Y para Argelia y sus domésticos
polisaristas es el fin de ciclo. No es más que el comienzo…el eterno comienzo y
ellos lo saben pertinentemente.
Ni se puede ni se debe vivir
un calvario eternamente. Lo corrobora, entre muchas otras, la llegada de 16
sahrauies a Dahla, procedentes de Tinduf, donde parece haber fracasado el
proceso de su argelinización.
Se trata de 7 familias que,
hartas de los ultrajes, los desprecios y las ofensas de los amos argelinos han
optado por la libertad.
¿Ironía del destino o
simplemente del calendario? Las siete familias han llegado a la perla del
Atlántico el pasado día 16. Es decir en vísperas de una visita privada real y sobre
todo su rezo de la oración solemne del viernes en una de las mezquitas de la
bella ciudad.
Hoy son 7 familias con sus 16
miembros que respiran la libertad. Mañana serán muchos más. Ni los lavabos de
cerebro ni el “bombardeo” psicológico contra su país, ni siquiera las falsas
promesas que se incumplen desde hace lustros han logrado extraviar el curso de
la lógica y de la razón.
Bienvenidas a vuestro país que
espera con los brazos abiertos, par en par, a vuestros hermanos aun privados de
las providencias de su país: Marruecos
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