Ningún impostor se queja de serlo. Y es que a falta del
suficiente valor y la suficiente osadía para reprochar directamente a Estados
Unidos, el Polisario (su representante Boukhari Ahmed ha sido expulsado por
impostura de más de un país, entre ellos España a causa del ataque y asesinato
de inocentes miembros de la tripulación del ‘Junquito’ por sus jefes en el
Polisario) y sus acólitos en algunas asociaciones de “derechos humanos”
conocidos por su alineación con las tesis argelinas como Human Rights Watch, “inventan” una amenaza francesa de
vedar una resolución del Consejo de Seguridad que exigiría una ampliación del
mandato de la MINURSO
a la vigilancia de derechos humanos.
Su embajador ante la ONU, Gérard Araud lo acaba de desmentir
en su cuenta Twitter.
Pero el problema no es
la existencia o no de la intención francesa sobre esta alucinación de veto,
sino, como diría Paulo Coello “Loco es quien vive en un mundo propio”. El mundo
propio de Argelia, su doméstico polisarista y de algunas asociaciones de
“derechos humanos” como la HRW
es la impostura, la mentira y las falsas acusaciones como quedó demostrado con
el imaginado veto francés y el categórico desmentido del embajador galo ante el
organismo mundial.
El problema también es
que se trata de la lógica, las posturas, la visión y las actitudes de muchos
enemigos de la integridad territorial de Marruecos.
Quien defiende o
pretende defender los derechos humanos no miente y no debe mentir.
Argelia su Polisario y
la HRW a través
del jefe de su oficina en Nueva York, Kenneth Roth han mentido ahora y siempre mienten.
¡Derechos Humanos de
qué! ¡Cuanta impostura se comete en tu nombre!
Comentarios
Publicar un comentario