Según fuentes concordantes en
Naciones Unidas, el martes próximo el Consejo de Seguridad adoptaráuna resolución
sobre el Sahara, preparada por Estados Unidos en la que no hay ninguna mención
o referencia ni directa ni indirecta ”al mecanismo sobre los derechos humanos ”.
Lo que ha sido interpretado como “un claro mensaje de unidad sobre este
delicado expediente”. O lo que es igual: otra victoria diplomática del sentido común
y de Marruecos.
Los 15 del Consejo de
seguridad deben adoptar este texto, calificado de “neutro” en el que, a todas
luces no habrá ninguna sorpresa. Es decir que se renovara el mandato de la MINURSO que termina este
mes y que consiste en vigilar el alto el fuego en la región.
El voto de la resolución debía,
en principio tener lugar ayer (miércoles) pero Estados Unidos han tardado en comunicar
el proyecto de texto a los miembros del Consejo.
Dos factores han resultado
determinantes en el restablecimiento de este equilibrio dentro del derecho internacional:
Por un lado, la diplomacia
real que ha contrarrestado las “travesuras” argelinas iniciales.
Y la toma de conciencia de casi
todos los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, particularmente Estados
Unidos y los miembros permanentes y a excepción de los incondicionales de
Argelia, de los enormes y sinceros esfuerzos de Marruecos en mejorar el respeto
de los derechos humanos en todo el país y a todos los niveles.
¿Qué queda ahora?
O, esperar el espectáculo del próximo
año y de las próximas décadas, asistiendo pasivamente a una tragedia humana en
los campamentos de Tinduf, donde ni al Polisario ni a su amo y protector
argelino les interesan las lagrimas de la gente o, nunca nos cansaremos en
repetirlo, optar por el realismo y el sentido común y encontrar una solución políticas
en el marco de la soberanía marroquí.
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