“Casi el 18% de los
estudiantes marroquíes, diplomados de institutos nacionales y facultades de
medicina, se dirigen a los mercados de trabajo extranjeros, especialmente
estadounidenses y europeos”.
Una de las muchas discapacitaciones
esbozadas por el ministro de la enseñanza superior, de la investigación científica
y de formación de cuadros al establecer, durante la apertura del “Foro
Internacional del Estudiante” en Casablanca, un sombrío panorama de la enseñanza
superior en Marruecos.
Lahcen Daoudi destacó que las
universidades nacionales no tienen nada que envidiar a sus homologas
extranjeras sin embargo lamento lo que llamo “lagunas, especialmente a nivel de
la calidad de la formación dispensada y las capacidades de acogida”.
De este modo, el ministro
revelo que el numero de estudiantes en Marruecos no supera los 615 000. Lo
“que es muy débil” en comparación con una población de 35 millones de
habitantes y con otros países como Irán con sus 5 millones de estudiantes para
unos 77 millones de habitantes.
“La universidad desempeña hoy
el papel de locomotora del desarrollo, del progreso y de la sociedad llamada
del saber”, dijo el ministro antes de precisar: “Debemos dotarla de competencias
humanas y técnicas necesarias para mejorar la calidad de la oferta de formación
y acercarla al ciudadano”.
El ministro no hablo de los
diplomados en paro ni de sus diarias manifestaciones ni de su drama social ni
de la falta de soluciones o de imaginación de respuesta a su precariedad, ni de
la política de sueldos ni de las oportunidades al término de los estudios.
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