Todo el mundo en Rabat (y en
Marruecos) conoce a mi amigo y paisano, el letrado Isaac Charia. Todo, menos,
al parecer, los señores del PJD y algunos periodistas francófonos que cuando no
se trata de un francés aunque sea de su propia tribu no lo conocen o no quieren
conocerlo.
Destacado miembro del colegio
de abogados de Rabat, militante durante años del partido Liberal marroquí al
que era presidente de su sección juvenil y sobre todo gran patriota, que
consintió un largo siting ante la
Embajada argelina en Rabat para protestar contra el trato afligido
a Mostafa Salma, el letrado Isaac Charia es un habitual de la radio y de
algunos medios de comunicación nacionales.
Sin embargo… al optar por una adhesión
al PJD, los responsables de su sector de comunicación le confundieron con un
hebreo (debido al nombre y a su fértil o estéril imaginación) y, creyendo
obtener un “scoop” de primera mano, inherente de poner de relieve los “valores”
del partido y de sus dirigentes en estos días de sequía, publicaron en el sitio
oficial del partido la carta del amigo Isaac en un alarde de que “hasta los judíos
optan por el PJD, un partido con referencial islámico”.
Atónito, como sus amigos, Isaac
no creía sus ojos. Por un lado porque él creía que la Inquisición formaba
parte de la triste historia de la vecina España y no de la nuestra y porque él,
como muchos, creía que la adhesión a un partido político en Marruecos no podía
transformarse repentinamente en una estrategia de propaganda y de demagogia.
Se equivocó… pese a lo cual mi
amigo Isaac Charia es victima de los apetitos de la comunicación primaria y no
desea convertirse en victimario de los caza recompensas.
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