« Eran los años de 1970, cuando entraba en la jaula que me
llevaría a 600 metros bajo tierra, a mi lado vi una persona distinta a
los demás. Me dije --y ésto?. Pensé, como es que un marroquí está
trabajando en las minas de carbón si este trabajo es duro pero muchos
españoles querrían entrar. La inmigración en España aún no había
comenzado. Al salir ese día me dijeron que habían llegado a trabajar en
las minas unos quince a veinte saharauis. Comencé hacer amistad con
uno que se había casado con una española, a lo mismo que otro que se
quedaron cuando el F. Polisario comenzó su "lucha". Los demás se fueron a
coger las armas. Yo ya había viajado por el Magreb y dialogábamos sobre
sus posibilidades, estábamos en los 80 y el se había quedado a forma de
representación del Movimiento en nuestra región. De aquella ya le
apuntaba que lo mejor para los saharauis era una especie de autonomía
dentro del mismo Estado de Marruecos, todo ello basándome en los muros
que se estaban construyendo en la zona marroquí y la abandonada por
Mauritania. El problema que yo veía era la esencia del Majzen, estado
centralizado. Él, fiel a sus ideales continuaba en contra, me decía que
ellos estaban apoyados por Argelia, muchos países del Este y parte de la
OUA, además el movimiento de solidaridad que los socialistas españoles
en el gobierno potenciaban en sus ayuntamientos. Era cierto muchísimos
ayuntamientos socialistas hicieron campañas, y aún las siguen haciendo a
favor del pueblo saharaui, Marruecos nunca supo comunicar su posición
en la población de los países. Pero esos movimientos solidarios aún no
se han dado cuenta de la corrupción y abusos contra los Derechos Humanos
en los Campamentos o no quieren darse cuenta que su apoyo se convirtió
en un apoyo a una cúpula oligarca en manos de un Presidente vitalicio
que prometió elecciones libres y no dio un paso.
Los movimientos que ahora mismo se están dando eran predecibles y
hace años que se están dando Desde los primeros jóvenes que volvían de
estudiar de los distintos países democráticos y veían una realidad que
les atraía y exigían elecciones libres. La no respuesta a esos deseos de
la población más combativa y joven es el resultado que se está dando. »
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