MARRUECOS/ECONOMIA:
EL
MILAGRO A EXPENSAS DE LA PACIENCIA POPULAR
A
primera vista, con una deuda exterior inferior a 25% de su producto interior
bruto (PIB), con una salvadora apertura hacia el mundo y un aumento de
competitividad, generadora de amplios proyectos de inversiones públicas,
Marruecos parece resistir exitosamente, a la crisis que azota a todos,
preservando (hasta ahora) sus grandes equilibrios.
Es
la opinión de muchos economistas, entre ellos la conocida consultora gala,
Anne-Clarie Idrac, ex secretaria de estado francesa para los Transportes
(1995-1997) y para el comercio exterior (2008-2010) para quien Marruecos
logrará este año una tasa de crecimiento de más de 5%, logrando, de este modo,
que el PIB alcanzara el simbólico umbral de 6 000 millones de dólares.
Buena
noticia, incluso fantástica ¿Pero, a qué precio?
La
consultora francesa, la cual afirma lo “revela” e insiste en que debe ser más y
peor: “Los socios capitalistas, precisa,
mantienen su confianza global en la economía marroquí” a condición,
según el informe que ha elaborado al respecto, “ que se reforme el sistema de
subvenciones que castiga enormemente las cuentas públicas, con 20% de los
gastos públicos y un 5% del PIB”.
Un
desafío económico mortal que no corresponde, según propios y extraños, ni a la
realidad ni al realismo socio económico nacional.
Y
es que los marroquíes han votado al partido que dirige actualmente el gobierno
para pensar alternativas, imaginar soluciones y no olvidar nunca, cualesquiera
que sean el “consejo” a este respecto de otros, las especificidades socio
económicas de los marroquíes y la precariedad socio económica de la inmensa mayoría de ellos, sobre todo, a raíz
de los recientes aumentos de algunos productos de primera necesidad en el país
como la gasolina.
Bastaría
ver los índices de popularidad del primer ministro y de sus políticas sociales
y económicas.
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