Pido la palabra: Demasiadas…



Demasiadas guerras… demasiadas muertes… demasiada destrucción… demasiadas lágrimas… demasiado horror… demasiadas mentiras… demasiadas armas y demasiados ingenuos.
Tribunales penales que solo juzgan a quien quieran los verdugos… terrorismo de mil rostros, noble uno, terrible otro, justificados todos.
Vendedores de armas, de deudas, de penas y de dolor. Unos venden, otros pagan, los terceros mueren en nombre de derechos humanos y en nombre de democracia y de libertad… manchados de sangre.
Unos para condenar, otros para ser condenados, unos para catalogar, otros catalogados, unos para fingir dar cuando cogen, otros disfrazados de amos cuando son vasallos.
Unos protegen, otros pagan para ser protegidos, los primeros cobran, los segundos pagan. El mundo de  “sube baja”… el mundo surrealista en pleno siglo 21.
Unos imponen la ley… su ley… otros la padecen. Unos enseñan, otros “aprenden”… unos con pelo rubio y ojos azules, otros con pelo “rubiorizado” y ojos azulados.
Unos negocian, otros balbucean… unos mandan, otros obedecen… unos quieren, otros satisfacen.

Demasiadas guerras, demasiadas armas… demasiadas muertes… demasiada destrucción… demasiado horror.
Unos protegidos... otros espantados... unos opulentos... otros hambrientos. 
Te maldigo mundo de horror... te maldigo mundo de falsedades.

Comentarios