DouanesMarocaines Abdelmalek Mohamed Ammar



Un importante funcionario de aduanas se jactaba de que las medidas restrictivas en la aduana de Bab Sebta habían conseguido subir el precio por pasar bultos. El hombre decía que antes el precio estaba en 30 dirham, un precio que  obligaba al porteador/pasante a realizar muchas entradas y salidas  para poder conseguir 100 ó 200 dirham, y que ahora con pasar una sola vez ya tenía el día hecho, ya que el precio es de 300 dirham, por lo que se “reducen aglomeraciones y se evitan bloqueos”, explicaba
El funcionario no calculó bien, pues la subida por pasar bultos ha tenido un efecto llamada impresionante,  un fenómeno que puede verse de lunes a jueves en el polígono del Tarajal, y no sólo eso, sino que los que pasaban antes diez veces para conseguir 300 dirham, ahora lo hacen para  conseguir 5000.
Los que han visto crecer el polígono son bastante claros al afirmar que nunca vieron tanta gente dedicada al pase de bultos.
DouanesMarocaines aplica rigurosos controles en aquellos puntos del país en los que hay aduana oficial. Introducir productos en el país no es fácil, especialmente los de carácter alimentario. Una de las condiciones previas consiste en la obtención  de un certificado de una empresa estatal (ONSSA.gov.ma) que se encarga de controlar el buen estado de los productos para su consumo. Ahí los importadores se topan con unos requisitos que requieren dedicación, esfuerzo y, cómo no, gasto económico.

Sin ese certificado DouanesMarocaines no permite importar productos encuadrados en el sector de la alimentación.


Si ONSSA expide certificado, la importación se abre paso, y a partir de ahí hay que hacer y pagar  muchas cosas: Primero factura, ficha técnica del producto y el citado certificado de idoneidad para el consumo.
Luego hay que pagar derechos de importación (25%), derechos parafiscales (0,25%) y el TVA (IVA) y, por último, el agente de aduanas, cuya factura no baja de 250,00 EUR. Aparte, claro está, transporte y el correspondiente justificante de haber pagado la mercancía.
Viendo eso no queda sino afirmar que BabSebta es el puerto franco más importante de Marruecos y del mundo, un lugar en el que la única tasa que se paga es el favor de turno, siempre negociable, al aire libre y abierto 25 horas.
BabSebtano pide certificados de idoneidad, no pide facturas, no pide fichas técnicas, no exige pagar TVA… Es un punto de entrada único: No hace falta ningún papel, no hace falta nada. Los cálculos son estremecedores, no existen cifras oficiales, sin embargo, siguiendo algunas previsiones del Gobierno de Ceuta, que prevé unos ingresos en concepto de importación cercanos a los 100 millones EUR, fácil resulta deducir que las ventas a Marruecos pueden rondar los 1000 millones EUR, pero esa cifra no se la cree nadie, ya  que esa previsión de ingresos se asienta en declaración de facturas con importes reducidos, por lo que hay quien aventura que las ventas a Marruecos desde Ceuta superan los 2000 millones de EUR.

Quien no crea en tan notable disfunción de DouanesMarocaines, sólo tiene que acercarse un día cualquiera a las instalaciones de BabSebta, allí la realidad del país se confunde con sus sueños, que no son otros que conseguir justicia social y económica en todos los sentidos, pues si lo que entra por Tánger reporta ingresos al Estado, por qué no lo  hace lo que entra por Ceuta?

Las imágenes que pueden verse en BabSebta delatan una dependencia social, industrial y económica que debería sonrojar a quienes tienen la responsabilidad de cuidar y de hacer un país mejor.
Pero, dónde están?

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