Nuestros vecinos del norte: PSOE: Radioscopia de un ocaso Abderrahman Mohamed



El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) vive una de las peores crisis de su casi siglo y medio de historia, la opinión pública viene centrándose en que si es una lucha por el poder; que también, que si es un enfrentamiento entre bandos; que también  o si se debaten posturas con respecto a un gobierno alternativo o una abstención que facilite un gobierno de Mariano Rajoy; que también.

La crisis del, o en el PSOE,  se produce en un momento inédito en la democracia española; dos elecciones legislativas en un año, un gobierno en funciones casi por el mismo tiempo y la amenaza de unas terceras elecciones. El partido socialista tiene por delante un reto, que si no ahíla fino podría suponer, si no la conversión en un partido residual, al menos una merma en sus posibilidades de afianzarse como referente de la izquierda española.

Si Pedro Sánchez se aferra a su cargo, a pesar de las continuas derrotas electorales, el PSOE se viene aferrando a un modelo de partido caduco, carente de relato y con una profunda crisis identitaria e ideológica, crisis, por otra parte, inherente a toda la socialdemocracia europea, que ve como los partidos de nueva creación, algunos populistas, merman sus apoyos electorales en una construcción europea que viene debilitando los estados-naciones miembros.

Si el PSOE no aborda el debate para construir una nueva identidad, con renovado relato político, y como en el pasado, construye una nueva “alianza de clases”, será fagocitado, tanto por su derecha como a su izquierda, por las emergentes fuerzas políticas, un riesgo que España asumiría con verdadera dificultad. 

No es exagerado llegar a la conclusión de que el PSOE precisa de una refundación, impera la necesidad de articular los mecanismos necesarios desde un proyecto, no de izquierdas, si no desde la izquierda que sea capaz de definir un modelo económico y una nueva redistribución de las riquezas, en una Europa donde los poderes económicos tienen más poder político que nunca y en la que el crecimiento del capital contrasta con la pérdida de poder adquisitivo de las clases trabajadora y media. La histórica y astronómica deuda externa, la inmigración, la circulación de capital, de personas, la pérdida de soberanía, el modelo de Estado con su respectiva resolución a las aspiraciones de del nacionalismos e independentismos, la cada vez más distante diferencia de clases y la política internacional precisan de un posicionamiento desde una refundada socialdemocracia en el PSOE.
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