En un indicio re velador de una metamorfosis de las operaciones militares en
Siria, centenares de mercenarios de Daesh y de otras bandas terroristas
entre los catalogados “radicales” y “moderados” han abandonado hace unos instantes
con sus familias la ciudad de Daría en la comarca de Damasco, unos hacia la
ciudad de Idleb, otros hacia zonas del ejército árabe sirio para “normalizar”
su situación “.
Un importante vuelco en el curso militar en la ciudad,
en el sur sirio y en todo este país,
habida cuenta de que otros miles de mercenarios en otras localidades controladas
por estas bandas terroristas han
comenzado a pedir acuerdos como el de Daria.
En Irak la situación de Daesh
tampoco es mejor y promete un a derrota antes de lo que se pueda imaginar.
Es la desbandada. Estados Unidos y sus satélites regionales n o parecen poder controlar esta situación a pesar del
despliegue, desde hace días, de
impresionantes medios en hombres (mercenarios pagado al precio, según fuentes concordantes de 1000 hasta 2 500 dólares)
y material.
No obstante, aunque aún es prematuro plantearlo, muchos han comenzado
ya a barajar el futuro de los dos países (Irak y Siria). Ambos con Daesh no debe ser igual que sin él.
O sea: que ni los planes americanos de dividir la región, Siria ha demostrado que es incapaz de evitarlo ni las miras hegemonistas de algunos de imponerse
como líderes de la zona al servicio de sus feudales régimen es y al de algunas
potencias, conocidas por su sed de usurpación y de conflicto.
Siria sin Daesh y probablemente
sin Bachar el Assad dará más quebraderos de cabeza a Estados Unidos y sus domésticos
regionales que con ellos, de donde la actual intervención militar turca en Siria
pre cedida por una visita relámpago del vice-presiden te americano a Ankara y
del Secretario de estado al Golfo.
El resto es fácil de adivinar e incluso de prever.
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