La noticia es
inquietante a más de un titulo: El Ministerio de Comunicación y el Instituto de
la Juventud y democracia acaba de firman un convenció para colaborar en la formación
de unos 5 000 “combatientes electrónicos para defender la tesis oficial sobre
el Sahara.
¿Inquietante,
por qué?
Por muchas
razones pero quizás la más evidente por ser acuciante es que va a ser el
ministerio de Comunicación que les va a
proporcionar “los conocimientos necesarios” a este ejercito electrónico.
¿Quién tiene
estos conocimientos necesarios o básicos?
En todo caso, más
de 40 años después interviene este sobresalto de “sabiduría” o de “clarividencia”.
Sobresalto porque es precisamente el Sr. Mostafa Khalfi, Ministro titular de esta cartera quien ha
intentado con todos los medios de asfixiar la única voz marroquí que llegaba a América
Latina: el único órgano latinoamericano acreditado en Marruecos o que estaba
acreditado en Marruecos porque el Sr. Khalfi o su equipo le ha vedado la acreditación,
teniendo que ir bajo otros cielos. Y es a causa de este
ministro como muchos periodistas, excluidos y marginalizados han
renunciado al periodismo en espera de mejores tiempos o más recientemente cuando
se le ha confiado la invitación de los periodistas excluyendo deliberadamente a
prácticamente la mayoría de los periodistas del país durante el Coloquio
internacional sobre los desafíos de la prensa marroquí
La
marroquinidad del Sahara no se inculca ni se enseña… menos aun por los que no
tienen ni zorra idea de lo que es la cuestión.
Actualmente
existen muchos foros (no 5000 pero si los suficientes debido a su cabal formación
y sus verdaderos conocimientos de la causa) que se dedican a la defensa de las
causas del reino, entre ellas, principalmente, el Sahara. ¿Qué ha hecho el Sr.
Khalfi por estos foros? O suplemente ¿Los conoce? Nos preguntamos porque,
algunos son de notoriedad pública en España y en el mundo y hasta en el esquema
informativo y comunicativo del Polisario y de Argelia… lo son, menos en el
Ministerio marroquí de Comunicación.
En síntesis,
esperemos éxito para el “ejército de los ciberactivistas de Khalfi” y esperemos
que el resultado no sea inverso y contrario.
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