Sahara Occidental marroquí Las decepciones de Argel y la ingenuidad de Marruecos

 


En voz alta:

Como acabamos de anunciar aquí mismo en “conacentomarroqui”, en menos de un mes y en/entre dos presidencias del Consejo de seguridad de Naciones Unidas (China, luego Egipto) Argelia ha tratado de nuevo de “usurpar” el expediente del Sahara occidental marroquí para llevarlo a “su” Unión africana.
Seria superfluo volver a explicar las razones y las motivaciones de tan costosa iniciativa cuando se sabe que Argelia está al borde de un colapso socioeconómico.
Pero si, no sería inútil subrayar el fracaso de Argelia y su profunda decepción por el organismo mundial y sus instancias, lo que debería, en principio, a incitar a todos los amantes de la paz y de la justicia, tanto los “militantes” como los que han sido introducidos en el error por Argelia, reflexionar sobre las verdaderas causas de la existencia de tan artificial conflicto y quién está realmente detrás de todas sus intrigas y artimañas.
De tal modo que decir “solidaridad” con el Sahara es decir “solidaridad” con las prácticas mafiosas del régimen argelino o hacer gala de una ignorancia mortal: hay saharauis en los campamentos argelinos de Tindouf que son una ínfima minoría de los saharauis oriundos realmente del Sahara occidental. Y hay una mayoría de los saharauis en su país (Marruecos). Estar con unos de ellos es estar en contra de otros… o bien ilustrar la preferencia de los intereses y los dividendos que Argelia y su mafia militar han creado desde el comienzo del problema. Una reconciliación entre ambos es indispensable porque constituye la condición previa a todo esfuerzo de solución de este problema-residuo de la guerra fría que dura ya desde hace 40 años. Y aquí la comunicación (ministerio de Comunicación puede desempeñar un papel decisivo y complementario con AAEE en vez de ir formando a ejércitos de cibernautas) para explicar de una manera serena y explicita los datos y las coordenadas de la nueva ecuación creada por Argelia y sus tropas y sus sucesivos fracasos ante la evidencia, el derecho internacional y la razón.

Así las cosas, para Marruecos y los marroquíes (porque el asunto aquí es de todos mientras que en Argelia, el Sahara es asunto de los servicios secretos militares) se trata de no descuidar una constante movilización y de buscar las vías y medios para contrarrestar exitosamente los continuos chanchullos de Argelia, para la que un “éxito” en su cuestión del Sahara le podría servir de un balón de oxigeno en su difícil situación sobre todos los planes.
Ayer eran China y Egipto presidentes del Consejo de seguridad y ¿si no hubieran sido Venezuela o Uruguay?

La diplomacia marroquí debe preparar sus estrategias preventivas, l frente de las cuales una en dirección de África con los países que tienen excelentes relaciones con el Reino.

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