Buenos días Marruecos Ante su clara hostilidad a Marruecos: ¿Puede aun presentar Ban Ki-moon algún informe sobre el Sahara?

 

De uno (Ban Ki moon) y otro(Marruecos) lado y por el bien de ninguno, sigue y se intensifica la escalad. Después de la decisión unilateral de Marruecos (aunque es soberano) de expulsar a las personas políticas de la MINURESO y a los miembros de la oficina militar de enlace en Dajla, el secretario general de Naciones Unidas insiste en tratar de hacer condenar a Marruecos por el Consejo de seguridad de la ONU absoluta y escandalosamente indigno de un Secretario general de Naciones Unidas, que, dicho sea de paso, mantiene un revelador “statu quo”.

Ban Ki –moon, como escribe esta mañana “PanoraPost”, se encuentra solo en administrar la crisis que él mismo ha creado con Rabat, al optar en los campamentos argelinos de Tinduf y poco después en Argel a riendas sueltas a su lengua al hacer uso al termino poco…muy poco diplomático de “ocupación” para con una de las parte por y para las que se encontraba donde estaba.

Así las cosas, 10 días después del “incendio” que, desde entonces el Sr. Ki-moon y los suyos no cesaron de alimentar, aunque implícitamente lo que es màs que normal y màs que lógico, los 15 miembros del Consejo de seguridad no quieren por ahora responder a la pregunta del amigo y portavoz del Sr. Ki-moon de ¿Quién ha violado la Carta de la ONU, aunque evidentemente fue el propio Secretario general el cual hizo uso de calificativos que le impiden seguir jugando algún papel en esta cuestión, menos aun redactar informes destinados al Consejo de seguridad (como el de abril próximo).

No es ninguna manera de poner en tela de juicio la función y la calidad del Sr. Ki-moon, sino simple y racionalmente dudar de la manera màs categórica de que, habida cuenta de su hostilidad extrema y explicita a una de las partes del expediente, difícilmente puede conservar la suficiente credibilidad para seguir siendo, como lo era antes de su fatídico viaje a Tinduf y a Argelia, socio neutro e imparcial.

Para el expediente del Sahara el actual  Secretario general ya es historia. Su “derrape verbal” lo ha descalificado y, desde ahora en adelante, no debe jugar ningún papel, entre otras cosas porque ha demostrado que es màs un mediador de guerra que de paz.