Esglobal. Las guerras en el 2015 Jean-Marie Guéhenno


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Miembro del SPLA en Sudán del Sur (Simon Maina/AFP/Getty Images)
Desde Afganistán hasta Yemen, los conflictos y crisis que afronta el mundo en el año que empieza.  
El año pasado fue malo para la paz y la seguridad internacional. Por supuesto, hubo elementos positivos. El proceso de paz en Colombia es prometedor. La última ronda de negociaciones nucleares con Irán tuvo más éxito del que creen muchos. Túnez, aunque todavía no está completamente a salvo, demostró el poder del diálogo sobre la violencia. Afganistán contradijo su historia y, a pesar de los numerosos obstáculos, cuenta con un gobierno de unidad nacional. El restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Cuba emprendido por el presidente Barack Obama no puede sino ser beneficioso.
Sin embargo, en general, ha sido un año desalentador. Los conflictos vuelven a aumentar después de un importante declive tras el final de la Guerra Fría. Las guerras actuales matan y desplazan a más personas y son más difíciles de terminar que en el pasado.
El caos del mundo árabe se agravó: el Estado Islámico capturó grandes franjas de territorio en Irak y Siria, gran parte de Gaza volvió a quedar destruida, Egipto dio un giro hacia el autoritarismo y la represión, y Libia y Yemen se aproximaron a la guerra civil. En África, el mundo contempló cómo los líderes de Sudán del Sur hundían su nuevo país. El optimismo de 2013 respecto a la República Democrática del Congo (RDC) se desvaneció, el ébola asoló partes de África Occidental, y los insurgentes de Boko Haram intensificaron los ataques terroristas en el norte de Nigeria. El orden legal internacional sufrió la afrenta de que Rusia se anexionara Crimea, y la guerra ha vuelto a Europa con los combates que continúan en el este de Ucrania.

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