Oriente Medio, Armas e incertidumbre Rusia/EEUU: Tanto monta, monta tanto

Quizás sean indicios de un cansancio por las mil y una guerra o quizás el efecto devastador del fin de un mandato o incluso el imprevisible fracaso de un plan destinado a imponer “suavemente” una hegemonía, en principio, incontestable. Lo cierto es que Estados Unidos casi ha dejado de tener “ideas” para el Próximo Oriente. En una situación “normal”, Turquía nunca se hubiera atrevido a derribar el SU-24 ruso ni Israel encender una mecha en un campo de pólvora, ni que nadie en la Casa Blanca o en el Pentágono comprendiera que para acabar con el régimen sirio se debe acabar con Rusia y con Irán. ¿Es posible?
 Résultat de recherche d'images pour "Photos de Poutine et Obama"
Nada es más irreal. Nunca el mundo ha conocido parecida situación, en la que se entrecruzan las esferas de influencia y en la que nadie es amigo, nadie es enemigo, todo es interés.
Algo falla y Rusia lo está aprovechan do magistralmente. Armas… ya no asustan a nadie. Unos las traen a unos, otros, responden con otros. El equilibrio de fuerzas se ha perdido y se perderá todavía más. En casi 5 años de caos, el régimen sirio ya no tiene nada que perder, pero si mucho…muchísimo que hacer ganar. Era evidente aunque solo Vladimir Poutine lo ha comprendido y si no fuera por Irán y no por ningún otro Estado, Rusia hubiera tragado la mitad de Oriente Medio en espera de decidir lo que va a ser de la otra mitad.
Armas contra armas. ¿Y después? Sirios contra sirios. ¿Y después? Bloque contra bloque. ¿Y después?
Moscú parece haber preparado acertadamente la situación. Siria no le ha servido/le sirve más que de coartada. Su actitud durante la llamada “guerra de los 6 días” se ha olvidado. “Rusia, hoy” como a Poutine y sus lugartenientes les gusta llamar a su país. Pero Damasco no quiere perder su independencia. ¿A qué precio? Nadie, ni amigo ni enemigo, ni hermano ni adversario le han dejado otra alternativa. El tablero geopolítico de Oriente Medio, las piezas se mueven con una espeluznante rapidez y precisión. Nadie lo ve, nadie lo siente, nadie lo denuncia: hay más extranjeros que “indígenas”. Hay más armas que pan y más lágrimas que sonrisas. Los que participan en esta macabra partida de ajedrez nunca lo lamentarán lo suficiente. Todos. Unos por agredir. Otros por pretender defender y unos terceros por su cobardía moral e intelectual.
Al final va a salir un Oriente Medio que nadie espera… es la eterna dinámica de la historia… de los pueblos y de los mercaderes de valores.

Comentarios