En voz alta: Argelia: “El Sr. Hermano”



 couv-boutflika

Ni dentro de Argelia ni fuera de ella nadie sabe a ciencia exacta ni donde está el presidente ni en qué estado de salud se encuentra.
Desde el anuncio de su evacuación hacia una clínica europea, el misterio y el Black-out, como lo califica “Quid” planean sobre el estado de salud y el lugar de hospitalización del presidente Abdelaziz Bouteflika.
La guerra de clanes en torno al poder en Argel ha comenzado desde los primeros signos de enfermedad del primer mandatario. En el seno de ejército y de la inteligencia el “interés” por el poder es más evidente y más visible cuan do no más agresivo.
A los repetidos ceses y mutaciones se suma la desmesurada influencia del “Sr. Hermano” Said Bouteflika quien, a odas luces se prepara a suceder a su hermano.
La institución militar, desde hace tiempo, cómplice del poder, salta a la portada de la actualidad en el  país vecino, habida cuenta de que los generales benefician de riquezas del país y sobre todo de los petro-dinares a cambio de su pleitesía del mandatario de turno y su entorno o, en el especifico caso argelino del hermano del presidente llamado irónicamente “Sr. Hermano”.
La encarnizada lucha en la sombra por el poder se ha inclinado últimamente hacia la aparente intención de debilitar al ejercito para facilitar la “tarea” del hermano del presidente, lo que presagia la vuelta al túnel y a anos de plomo en un país, donde entre el hecho y el dicho siempre ha habido mucho trecho.
No todo el mundo está de acuerdo y es justamente lo que inquieta a los argelinos y a los amantes de la paz y de la estabilidad en el Magreb.
Más dura será la carrera hacia la presidencia y más duros serán los golpes que se van a intercambiar entre unos y otros.
Una vacancia en el poder o, como lo describe “Quid” un fin de reinado que amenaza con agitar la vida cotidiana de los argelinos porque el duelo entre los protagonistas se va a acentuar ( se ha acentuado ya) ante la inercia de la sociedad civil y de la clase política que, hoy por hoy, según todos los observadores en Argel, se limitan al papel de espectador.
Algunas voces, eso si, se elevan de vez en cuando, a menudo murmurando para expresar su ira ante la mascarada del poder pero es sofocada rápidamente por la maquina securitaria controlada por el Sr. Hermano.
Evidentemente esta situación no puede ni debe durar, el país se hunde con los precios del crudo y la crisis ha comenzado a impactar mortalmente sobre la vida cotidiano de los hermanos argelinos.
En síntesis, ante los perfiles y los desmesurados apetitos de sus protagonistas, en Argelia no va a ser fácil lograr una verdadera transición

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