En voz alta Anuncio a los “especialistas” de Marruecos



Por más vueltas que le dé el letrado Eric Mutet, abogado de los chantajistas Eric Laurent y Catherine Graciet su asunto, como lo ha calificado el propio primer ministro francés, Laurent Fabius de “derecho común” que es “una mala película y que no tiene absolutamente nada quLes deux journalistes Éric Laurent et Catherine Graciet sont soupçonnés d'avoir fait chanter le roi du Maroc.e ver con las relaciones entre Francia y Marruecos”.

En efecto, se trata de dos delincuentes como los hay a punta pala en Francia, en España y en Cochabamba…
Las pruebas son irrefutables. La tentativa en flagrante delito de extorsión y chantaje y las piezas a convicción demuestran que ni se trata de manipulación política como insinúa el desesperado abogado, ni que la tentativa de chantaje a un jefe de Estado tenga algo que ver con “pasivos” de chantajistas con este jefe de Estado o con su país. Chantaje y…punto. Que no hay peor sordo que el que no quiere escuchar y peor ciego que el que no quiere ver.
Establecida la verdad y los hechos en un acta levantada, no por la policía marroquí, sino francesa lo menos que se pueda decir es que los procedimientos fueron sigilosamente respetado y aplicados: Marruecos presento una denuncia después del primer encuentro. El segundo se ha llevado a cabo bajo la vigilancia) de la brigada de represión de la delincuencia contra la persona (BRDP), que ha gravado incluso los regateos  (de 3 millones han bajado su “rescate” a 2). El tío (y la tía) querían 3 millones de euros… y anticipos. Nada más que esto.
Una vergüenza para la profesión, para los profesionales y para Francia.
Pero aquí en Marruecos nadie olvida o por lo menos los que conocen el dominio que con libros elogiosos de escritores cortesanos, como justamente “Notre ami le Roi” (Nuestro amigo el  Rey) del chantajista Eric Laurent la popularidad del difunto rey Hassan II había bajado considerablemente. Y con libros críticos del mismo chantajista en colaboración con su compañera, también chantajista Catherine Graciet, la popularidad del rey Mohamed VI ha subido de manera vertiginosa.
¿Por qué aceptar pues el chantaje de los seudo escritores y reporteros?
El asunto va a dar vueltas, dentro y fuera de los tribunales, pero una cosa es cierta: los demás chantajistas, tanto en Francia como en España van a tener que abstenerse porque el mensaje real marroquí, a través de los dos extorsionistas galos, ha debido llegar 5/5 hasta a España y a algunos “especialistas” de Marruecos.

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