21 de agosto. Los marroquies celebramos hoy la Fiesta
de la Juventud. Una fiesta destinada a subrayar
el lazo que une el rey a su pueblo.
En efecto, se trata de una ocasión
para reafirmar la adhesión a los ideales y valores patrióticos arraigados en nuestra
historia.
Feliz cumpleaños, Majestad
En este espíritu se enmarca el
significado y alcance de la fiesta de la Juventud: una cita anual para establecer
el balance de las realizaciones en el dominio de la promoción de la juventud en
el país.
De tal modo que los marroquíes de
todas las edades y de todas las regiones
celebran hoy 21 viernes 21 de agosto del 2015 este feliz acontecimiento
que marca este año el 52 cumpleaños del rey Mohamed VI.
Fiesta de Juventud que,
lamentablemente, muchos (casi me atrevería a decir la mayoría) responsables y también
(desgraciadamente) periodistas e incluso dirigentes políticos y asociativos del
país, en un alarde de adulación
exagerada y gratuita y en un perverso afán de ser o de parecer lo que
nadie les ha pedido ser ni parecer, confunden la velocidad y el tocino,
vanagloriando de manera exagerada la juventud, no porque lo creen, sino simple
e irracionalmente porque creen que pueden “gustar”, ya que en su abrumadora mayoría
no son jóvenes.
De esta forma, en algunas crónicas
y en algunos testimonios de hoy encontramos algunos de ellos que van hasta
blasfemar a las demás franjas de edades de los marroquíes, renegando sus obras
y sus realizaciones… como si no bastara que el país no respetara o considerara
en su justo valor a sus hijos que superaron la juventud aunque muchos de ellos
siguieran teniendo un corazón y una mente más jóvenes que de todos aquellos
cortesanos de pacotilla.
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