Después del acuerdo Irán/5+1: ¿A quién toca el turno?

Desde hace más de 5 años el mundo (sobre todo árabe) abandonó a Siria a su triste destino. Muchos países crearon y se comprometieron en una no declarada “alianza anti-siria” que desembocó en una “internacional terrorista” que comienza a amenazar a todo el mundo: a los países victimas y a los países victimarios.

 Sur un vélo dans les rues détruites de Douma, en Syrie, au premier jour de l'Aïd el-Fitr, le 17 juilelt 2015. (ABD DOUMANY / AFP)

No obstante, parece que, pocos días después del histórico acuerdo entre Irán y el 5+1 las piezas del tablero geopolítico medí oriental han cambiado radicalmente sus movimientos: Todo apunta hacia la posibilidad de que “muchos” se han visto o se van a ver obligados a cesar de desviar sus miradas de este “conflicto’” sirio del que son arquitectos y ejecutores… por procuración.
El infierno sirio dura desde pues hace 5 años con más de 200 000 muertos, millones de desplazados y refugiados, ciudades enteras destruidas y sobre todo un papel primordial en la subida y expansión de la amenaza terrorista.
Como se pregunta hoy mismo L’OBS “¿Puede cambiarse el panorama en Siria? ¿Puede conducir hacia un re alineamiento en un contexto donde no hay más que las malas soluciones?”
No cabe duda: se debe ser muy optimista para contemplar un feliz desenlace pero tampoco está prohibido plantear la cuestión.
No. No está prohibido o por lo menos no debe estar prohibido abordar la cuestión. Para ello bastaría no estar alineado a las hipótesis de ninguno de los tantos beligerantes ni militar por esta o aquél régimen.
Comencemos por aclarar que el hecho de reconocer la “injusticia” para con Siria, su pueblo y cualquiera que sea su régimen y de considerar la acuciante posibilidad de rectificar este error, es un  logro de indeterminada dimensión… sobre todo en Francia, sus actores políticos e incluso su prensa que tanto han contribuido al caos sirio.
Luego, no nos equivoquemos: el avance de su llamado “Estado islámico” se hace en un territorio desértico aunque, eso si, que le sirve enormemente como prolongación o extensión territorial y de allí de acceso hacia el territorio iraquí.
Efectivamente en este conflicto literal y exhaustivamente artificial en el marco de una estrategia global para desmembrar a los países mas recalcitrantes o menos dóciles y obedientes del Próximo oriente, los centenares de “señores de guerra” y “alianzas fluctuantes” por los que Estados Unidos, Francia e Israel, especialmente apostaban se han hundido ante la implacable emergencia de Da’esh y otros grupos como Al Qaida poco seguros para Occidente y lo están desmotando, empezando por Kuwait, Arabia Saudita y hace pocos días Turquía.
Independientemente de lo que debería ser la solución política de la crisis siria que ni es incumbencia de Estados Unidos ni de ninguno de sus satélites regionales, en Francia como en Al Jazeera, Al Arabia y en muchas otras parte no se dice ni un gramo de verdad sobre lo que pasó, pasa y puede pasar en Siria.

¿Qué solución para qué Siria?
“Assad y sus próximos colaboradores que tienen sangre en sus manos no pueden formar parte de la solución en Siria”. Fragmento de un comunicado de la “embajada” americana en Siria cerrada desde hace años.
Primero: ¿Y el pueblo sirio? ¿Quién ha comisionado o delegado a Estados Unidos el derecho de hablar en nombre del pueblo sirio? ¿Y quién es Washington para decidir del destino y la opción de otros pueblos y otros países, soberanos, independientes y miembros a parte entera de Naciones Unidas?
Resumamos las preguntas en una: ¿Quién tiene más manchadas las manos de la sangre que Estados Unidos, no solo Siria, sino también iraquí, palestina, Libia o yemenita?
En fin… digamos que desde la conclusión del acuerdo sobre el expediente nuclear iraní en Viena, quedo claro que el medio mas condenadamente rápido, directo, fácil, eficaz, real y realista es la negociación: la palabra, que se hable, que se explique que se propone que se exprese buena voluntad. En resumen: el unico medio para zanjar, desde ahora en adelante todas las divergencias y todos los conflictos no solo en Oriente Medio, sino en el mundo.
Irán y el 5+1 han estrenado nueva era y han proporcionado el ejemplo.
Esto se llama nuevo contexto y en este nuevo contexto ha comenzado una serie de contactos subterráneos entre la “gente del Assad” y sus más encarnizados enemigos como Estados Unidos o algunos Estados del Golfo.

 

 




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