Un cadáver descabezado
encontrado cerca de banderas de “Daesh” ( y no islamistas) y por lo menos dos personas heridas en una explosión:
un atentado ha sido cometido en un sitio de gas industrial en Isére, cerca de
Lyon y un sospechoso ha sido arrestado. El ataque ocurrió hacia las 10 de esta mañana
(hora local) en una unidad americana Air Products ubicada en una amplia zona logística
entre Lyon y Bourgoin- Jallieu.
El terrorismo, no islamista
como lo describe en un evidente intento de aprovechar el suceso para desacreditar
al Islam, sino radical ha vuelto a golpear.
Desde Bruselas donde asistía
al Consejo de Europa, el presidente Hollande dijo que se debe “erradicar a los grupos
y los individuos responsables de estos actos”.
Efectivamente. El presidente
francés tiene razón: se debe aunar los esfuerzos de todos para acabar con este
flagelo terrorista. Pero ¿Cómo se puede lograrlo si Francia sigue apoyando casi
incondicionalmente a muchos grupos terroristas en Siria?
El atentado de esta mañana en
Isére no es más que una de uno de los danos colaterales que se producen cuando
se apoya cualquier tipo de terrorismo porque, por más que se busque al gato la
quinta pata que no tiene ni un adjetivo más “democrático” al terrorismo, éste es uno e indivisible.
Se debe condenar, luchar y
combatir contra todos los terrorismos. No hay otra alternativa y entre estos
terrorismos figura también el amalgama entre el Islam y esta cosa que a
Occidente y parte de una extraña prensa marroquí más afrancesada que los
propios franceses, llaman islamista.
Los que cometen estas
atrocidades ni son musulmanes ni pueden ser islamistas. El Islam es uno. Todos
conocemos sus nobles preceptos, su cultura de tolerancia y su pacifica línea de
conducta.
Lo de “el asesino llevaba una
bandera islamista” o un “atentado islamista” o títulos de este tipo no tienen más
que una sola finalidad: mancillar la imagen del Islam y de los musulmanes en
Francia y fuera de ella e insinuar que así no comportamos los más de 1500
millones de musulmanes en el mundo.
Que se sepa de una vez por
todas: el o los autores del atentado, esta mañana en Isére o en otros lugares
del mundo atentaban más y antes que nada contra el Islam y los musulmanes que
contra cualquier otra cosa.
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