Con ocasion del sagrado mes de Ramadàn: EPISODIO I: LA MECA… EL ORIGEN


“Ciertamente eres de una naturaleza y moral grandiosas. Y [el Día del Juicio] lo verás, y ellos también”. (Al kalam, el Cálamo, versículos 4 y 5).


La Meca. Fue en esta localidad santa y bendita del Profeta  que la paz y las bendiciones de Allah sean con Él donde nació el Profeta del fin de los tiempos.
La Meca era entonces un importante centro económico y comercial y al mismo tiempo, centro espiritual y religioso de Arabia, destino desde tiempos remotos de todas las tribus árabes que acudían para visitar la Kaaba o la Casa de Allah.



Muhammad (SAS) nació en el seno de la tribu más honesta de aquel pueblo, en la familia más noble y digna de aquella tribu en el año 570 casi 600 años después de Jesús. La paz sea con Él.
La primera mujer en haber tenido el honor de amamantar al Profeta que la paz y las bendiciones de Allah sean con Él fue su noble y casta madre, Amina bint Wahb Azzahriya que vio los signos de la profecía. Fue seguida por Thouwayba, esclava de Abi Lahab quien amamantó también a su tío paterno Hamza, haciéndolos hermanos de leche.
Luego, fue amamantado por Halima bint Abi Zhou'aib Assa'dya de Bani S’ad bin Bakr la cual también dio su pecho a su hija,  Chaimae bint Al-Harith bin Abd Al-Ouzza.
En su juventud, Muhammad (SAS) pastoreaba las ovejas y las cabras de su tío, Abú Tálib. Su desvelo, cuidando del rebaño era una señal más cabal que reflejaba la sabiduría y el cuidado de Allah en la preparación del futuro profeta que debería predicar la de islámica a la gente.
Muchos años más tarde, el Profeta (SAS) contó a sus compañeros un acontecimiento extraordinario que le ocurrió cuando tenía a penas cuatro o cinco años  y estaba bajo el cuidado de la piadosa nodriza Halimah: algunos ángeles, bajo la apariencia de dos hombres vestidos con una túnica de una blancura brillante, vinieron hacia Mohammad (SAS). Llevaban una jofaina de oro llena de agua de zamzam. Lo asieron, abriéndole el pecho y después le abrieron el corazón del que quitaron un coagulo negro que arrojaron lejos antes de lavarle el pecho y el corazón con agua de zamzam.
Muhammad (SAS) era un hombre excepcional que nunca había participado en ninguna práctica politeísta. Pronto se retiró en una cueva aislada en la cumbre del monte Hira’, no muy lejos de la Meca, para purificar su corazón y rezar, en busca de la verdad. Allí podía observar los signos del inmenso universo en su soledad.
Los compromisos procedieron del siguiente modo: Jadîyä que Allah esté complacido con ella confesó su deseo de casarse a su amiga Nafîsah quien inmediatamente fue a informar a Muhammad (sas) . En esta época, Khadija (BDSE), era la más honorable y la más rica de las mujeres Quraïshíes. Era asimismo hija de una gran familia. Todos los hombres deseaban casarse con ella.
De ello, el Profeta (SAS), habló con sus tíos, Hamza bin Abdel Mouttalib, y Abou Talib que le acompañaron en su visita al padre de Khadija (BDSE). Pidieron la mano de Khadija. Una vez aprobada la demanda, el Profeta ofreció a su esposa una dote de veinte camellos. Khadija fue la primera esposa del Profeta (SAS) y la única esposa que le dio hijos a excepción de Ibrahim, hijo de María, la egipcia de confesión copta. Los hijos masculinos eran:. Al-Qâsim, Zainab, Ruqaiah, Umm Kulzûm, Fátima y Abdullah también llamado Tayib y Tâhir.

Los aspectos de la perfección Mohammadí se habían manifestado durante el período de su infancia hasta el día en que  recibió la misión divina.
La luz mohammadí apareció el segundo día del mes de Rabi Alawwal. Todas sus visiones, tanto de día como de noche, parecían claras como el alba del día y eran incontestables. Azzahri cuenta que Orwa oyó a su tía materna Aicha, madre de los creyentes, (BDSE), decir:

"Lo primero que fue revelado al Profeta fue la visión fidedigna. Luego, fue inspirándosele el amor por el retiro. Así fue, como el Profeta, comenzó a ir a la cueva de hiraa`, en la cual permanecía noches enteras, para de este modo, alejarse de la mala vida de la Meca. Para tal retiro, tomaba provisiones. Cuando se le terminaban las subsistencias de comida y agua, volvía a casa para pedirle a su esposa Jadiya más alimento, para así volver otra vez a la cueva. Y, estando allí, una noche se le apareció el arcángel Gabriel (yibril), y le dijo: "Lee". Dijo el Enviado de Al-lâh: "y yo le dije a Gabriel: "No sé leer". Al decir esto, Gabriel me cogió y me apretujó hasta dejarme sin fuerzas. Después, me dejó y me dijo de nuevo: "Lee". Le dije: "No sé leer". Así, volvió a cogerme y a oprimirme y me ordenó otra vez: "Lee". Yo volví a contestarle lo mismo. Y por tercera vez, repitió la misma acción. Luego me dejó y dijo:
Lee (recita) en el nombre de tu Señor, que ha creado - ha creado al hombre de sangre coagulada - Lee (recita). Tu Señor es Magnífico - Que ha enseñado el uso del cálamo (el uso de la escritura) - Que ha enseñado al hombre lo que no sabía (Sagrado Corán, 96:1-5)

El Profeta y su misión… el Mensajero de Allah (SAS) y su Mensaje… el hombre y su obra, sin par en la historia de la civilización humana.
Aunque corta, la vida del Profeta Muhammad (SAS) ha sido rica en acontecimientos trascendentales para la historia universal, en lecciones para todos, en orientaciones para la humanidad y en nobles acciones por el bien y la salvación de esta humanidad.

(Mañana: Episodio II: El Mensaje)




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