Sahara Occidental Marroquí: A falta de Una Haidar en Tinduf o en Argelia, buena es Aminatou, de Marruecos




Agonizando el “presidente” vitalicio, lejos de los campamentos de Tinduf y mortalmente devaluada la cúpula por la malversación y robo de las ayudas de nuevo la inteligencia militar argelina vuelve a recurrir a los servicios de Aminatou Haidar, la cual acaba de ser encargada de otra misión en Estados Unidos ante los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU y de organizaciones de derechos human os, que, sin genero alguno de dudas se preguntaran ¿No existe otra en Tinduf o en Argelia?
Ella vuelve. Nosotros también con este artículo que no parece perder frescura.
Una pregunta para comenzar: ¿Por qué la señora Haidar insiste y abusa de insistir en volver a Marruecos? ¿Lo hubiera podido hacer si habría causado el 0’00001 de los perjuicios que causó a Marruecos, al Polisario o a su “presidente” vitalicio?

No. Nunca. Ella, más que nadie sabe pertinentemente que no correría ningún riesgo. Marruecos no es los campamentos de Tinduf ni Argelia y puede permitirse todas las extravagancias del mundo. El Mundo afirmaba en un alarde de “scoop” “triunfalmente” no hace mucho que Haidar entró muchas veces a Marruecos sin indicar su país.

¿Saben como se llama esto en el diccionario político?: cultura de tolerancia… o cuando menos, evitar la provocación, no de Haidar, sino de sus padrinos en la inteligencia militar argelina. Pero toda paciencia tiene límites. La idea concebida de, prácticamente todos los marroquíes, es que con el PSOE Marruecos se lleva mejor. Probablemente aunque casi con seguridad de manera desmesuradamente relativa.

Desde mi posición de experto de las relaciones bilaterales y de alguien que arrastra 40 años de experiencia en las prensas de los dos países puedo afirmar sin ningún afán ni tendencia demagógica que en los círculos decisorios todo el mundo es conciente de que, cuando se trata del Sahara, los socialistas españoles se convierten en una célula durmiente.

La actual “marimorena” de Aminatu Haidar, un auténtico caso patológico que, en España, se confunde deliberadamente con el problema del Sahara, cuando la señora Haidar, hija de un difunto soldado de las Fuerzas Armadas Reales que consagró su vida a la defensa de su país (Marruecos) antes, durante y después de 1975 (fecha de la Marcha Verde) y que, eso si, ella no puede  negar, no tiene absolutamente nada que ver con esta región porque es originaria pese a haber estudiado en una de sus escuelas: la Escuela Hassan II de Layun, no responde ni siquiera a los criterios de identificación para tomar parte en cualquier tipo de consulta sobre el territorio.

Es Oriunda de Akha a pocos kilómetros de Foum Lhssen en el Sahara oriental marroquí donde nació y creció, que, siendo militante de una asociación de derechos humanos descubrió “lo lucrativo” de ser separatista en Marruecos, “obteniendo” hábilmente una injusta y torpe condena de cuatro años de prisión y 480 000 Dh (algo más de 45 000 euros) de recompensa de la Instancia de Equidad y Reconciliación (IER) que el rey Mohamed IV instituyó para recompensar las eventuales víctimas de la llamada en Marruecos “época de plomo”.

Desde entonces el apetito de la camarada Haidar no tiene límites. Desde entonces e incluso mucho antes, cuando la señora Haidar lucia aun con o sin motivo su tarjeta de identidad marroquí, debido al separatismo polisarista y al apoyo español, Marruecos ni está 100% en paz ni 100% en guerra y tiene todo el derecho de protegerse. España no tiene la desgracia de tener como vecino a Argelia.

¿Cómo tratarían las autoridades españolas a un vasco que, procedente de Francia por ejemplo se dirige hacia el aeropuerto de Bilbao o de San Sebastián y que indica en el boletín de entrada: nacionalidad vasca y en el apartado con destino a: Republica de Vizcaya ? Obviamente, como el Sahara Occidental, no existe ninguna entidad soberana llamada Vizcaya y una simple alusión equivale en el derecho internacional a un desafío a la autoridad estatal o lo que es lo mismo: apología del separatismo.

Con una simple valoración superficial, se puede percatarse de la ingenuidad, cuando no de la imbecilidad de más de 99% de los españoles (porque fuera de España el caso no interesa a nadie ni siquiera en la potencia protectora Argelia) que opinan sobre el caso que no tienen, como diría Alfonso Guerra, ni zorra idea: Una verdadera exhibición de morofobia gratuita, de racismo primario y de una injustificada xenofobia moral e intelectual. Y lo que es peor: hasta algunos artistas se precipitan a hacer gala de su anecdótica alineación y su sintomática ignorancia.

Amalgamas con el problema del Sahara. ¿Pero qué tiene que ver si la “señora de Lanzarote” ni siquiera es de la región? Pero a falta de pan, buenas son las tortas. O lo que es igual: para el Polisario a falta de una Haidar propia “importa” Haidar del sur de Marruecos. Así las cosas, difícilmente se puede imaginar otra Haidar en los campamentos de Tinduf o incluso en Argelia. Aminatu Haidar y sus compinches separatistas aprendices son fruto de la realidad del proceso democrático marroquí. Es la ilustración cabal y elocuente de la emergencia de una nueva conciencia, que brota de un clima de libertad y democracia en el Sahara occidental marroquí y en todo el país.

Innegablemente la señora Haidar tiene todo el derecho de ver a sus hijos y de entrar a…SU PAIS…. tanto como su país tiene el derecho de que en sus fronteras, tanto a la entrada como a la salida, se cumplan por todos, los requisitos administrativos, emanación de un estatuto de soberanía internacional.

Te equivocas en una sola mención en el formulario consular y te deniegan definitivamente el visado para España sin que el gobierno marroquí pudiera ni debiera hacer absolutamente nada. Inmiscuirse en los asuntos internos no es un sano ejercicio en las relaciones internacionales.
En España, cuando no se trata de los que se cree argelinos, o argelinizados (sahrauies), esto se llama apología del terrorismo. Pero en Marruecos con o sin espectáculos como el de la señora Haidar y sus promotores argelinos, no somos pocos los que conocemos a España, a algunos de sus sectores visceralmente anti-marroquíes y chapurreamos el español, nos hemos dado la perfecta cuenta de la masturbación democrática de la prensa española. En los cajones de los directores de El Mundo y del País se encuentran decenas de artículos de marroquíes al respecto.
 ¡
Alucinante…. Sahara cuántas barbaridades se cometen en tu nombre!

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