El Fondo Monetario Internacional (FMI) acaba
de publicar el resultado de sus consultas bilaterales con Marruecos.
Las conclusiones, según los expertos no son
ni tantas ni tan pocas. Una de cal y otra de arena:
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El
crecimiento deberá volver a conocer cierto impulso en el 2015 y permanecer
robusto a medida que la demanda exterior y la confianza interior se enderezan.
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Satisfacción
en cuanto a la reducción de los déficit presupuestario y corriente y aumento de
las reservas internacionales.
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Atención a los considerables riesgos relativos
a una coyuntura exterior difícil.
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Necesidad
de orientar firmemente la deuda hacia una trayectoria descendiente y de
corregir las vulnerabilidades vinculadas a las necesidades de financiación pública
y exterior.
El FMI insta a las autoridades marroquíes (en
dos ocasiones) a obrar mas y mejor con vistas a mejorar la transparencia y la
gobernancia, reducir los procedimientos administrativos y combatir la corrupción.
Lo de siempre. No obstante, del resultado
de sus consultas con los poderes públicos en Marruecos, se constata cabalmente
mas los “tanto” que los “tan poco”. Y habida cuenta de la difícil coyuntura
internacional y las valoraciones de las economías de países en el rango económico
y financiero y en la envergadura de Marruecos estos resultados deben ser
considerados, sino como un verdadero logro, por lo menos un estimulante indicio
de que se ha hecho algo y se cosecha el resultado.
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