Islam y la cultura de tolerancia: El orgullo de ser musulmán



El Islam es paz, benevolencia, misericordia y bondad. Asi se entiende, así lo entendemos y así lo debemos concebir actuar, ejercer y aplicar en nuestro comportamiento ante tanta estigmatización y amalgama. Expresemos nuestras ideas y nuestras visiones en el respeto que nos inculca nuestro Profeta Mohammad, que Dios le Acuerde Su Gracia y Su Paz.
No importa que, como buitres, ayer en quiebra y a punto de cerrar, hoy se “forran” y editan a 3 millones de ejemplares con las mismas tonterías y la misma gilipollez y las mismas imbecilidades.
 
Estrategias comerciales… campañas electorales… recuperación de imagen…ajuste de cuentas… Todo, absolutamente todo a expensas del Islam y los musulmanes propios y extraños.
Sin embargo, gracias a los musulmanes por tan elevado sentido cívico, por tan sublime ejemplo de no-violencia verbal, por tan ejemplar aplicación de los preceptos del Islam y de la Suna de su Profeta y Mensajero (SAS).
En Francia es tiempo de hacer las cuentas, repartir los dividendos…políticos, para unos, en metálico para otros, inmorales para todos.
Di [¡Oh, Muhammad!]: ¡Oh, incrédulos! No adoro lo que adoráis. Ni vosotros adoráis lo que yo adoro. Y jamás adoraré lo que vosotros adoráis. Ni vosotros adoraréis lo que yo adoro. Vosotros tenéis vuestra religión y yo la mía.” (Corán 106, versículos 1, 2, 3, 4, 5,6).
Magnanimidad que muchos no comprenden. Ejemplo de corrección que a muchos molesta. Cumbre del perdón, rechazo de la intolerancia y del derecho a discrepar.
No importa si dos prefabricados terroristas que se convirtien, de repente y contra toda lógica, en “portavoces” del Islam de la concordia, de la clemencia y del mensaje de amor al prójimo, independientemente quién es, qué profesa o lo que piensa de mí. Del Islam, única religión del mundo y de la historia de civilización en aceptar a los profetas de todas las demás religiones: “No hacemos diferencia entre ninguno de Sus Mensajeros” (Corán 2, versículo 285).
Actuemos de conformidad con los preceptos de nuestra religión y conforma a la conducta de nuestro Profeta (SAS): serenamente…pacíficamente… clarividentemente, no respondiendo a la injuria ni a la calumnia de ningún Charlie de turno, limitándonos a recordar lo que es realmente el Islam y lo que deben ser los musulmanes.

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