En los 528 documentos desclasificados por el Senado EE.UU.: Marruecos ausente de la guerra sucia de la CIA



 Comentando mis dos últimos artículos sobre la reciente publicación del Senado americano del informe sobre la tortura de la CIA y los rumores de muchas ONG internacionales, del parlamento europeo e incluso de la Duma rusa así como de ex detenidos de Guantánamo en torno a la implicación de Marruecos en el programa de tortura de la Central de Inteligencia Americana (CIA), muchos lectores me han escrito para preguntarme sobre el papel de Marruecos según dicho informe.
 
En una palabra como en mil: El informe senatorial estadounidense no menciona a Marruecos ni directa ni indirectamente, ni de cerca ni de lejos.
Hasta ahora, eso si, se trata solo de 528 páginas desclasificadas por una comisión de inteligencia en el Senado americano en las que se mencionan explícitamente como prisiones secretas para los presuntos miembros de Al Qaida a la base de Guantánamo, a Afganistán, Tailandia, Lituania (muy sensible para las estrategias americanas) e incluso países europeos como Polonia y Rumania, pero de ninguna manera a Marruecos.
Quedan pues, según el Washington Post unas 6000 paginas, aun bajo la empresa de la confidencialidad, debido, según “Yabiladi” a la vertiginosa caída de popularidad de Barack Ibama a raiz de los asesintaios de americanos de color por la policía americana.
Se debe pues esperar el desembalaje del resto de los documentos para saber otros destinos de los torturados, aunque, este resto de documentos del informe senatorial es relativo a otros aspectos técnicos de las operaciones secretas de la CIA y sus métodos de interrogatorios de presuntos terroristas. Dicho con otras palabras. El carácter parcial de la desclasificación de estos documentos es, en lo que concierne a la no implicación de Marruecos, definitivo.
Esta ausencia, también es verdad, como lo escribe hoy “Yabiladi” sorprende por más de una razón, especialmente que muchos detenidos liberados de Guantánamo han declarado haber sido objeto de sesiones de tortura en un centro secreto en Marruecos. Hasta el “fidedigno” Washington Post revelaba no hace mucho, sin apoyarse en ninguna prueba ni indicio comprobatorio que el yemenita Ramzi Ben Shiba y el kuwaiti Khalid Cheikh Mohamed, dos próximos colaboradores de Oussama ben Laden, habrán sido torturados en Marruecos.
Peor aun: un informe del Parlamento europeo publicado en el 2012 sobre la implicación de la UE en el programa de vuelos secretos de agentes de la CIA indicaba a Marruecos como “destino habitual” de “pasajeros” de aviones de la Agencia de inteligencia americana. Otro informe del Parlamento ruso, Duma, el mismo año (2012) había concluido también a la participación del reino en la tortura de detenidos de Al Qaida en la base de Guantánamo.
No obstante, habida cuenta de su carácter puramente especulativo, Rabat había juzgado innecesario responder a estas “acusaciones”, lo que había suscitado un principio de implícitos desmentidos a través de cierta prensa, cuyas campanas todo el mundo sabe por quién suenan que se eclipsó poco después.

 

 

 

 

 

 

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