"Precintado" de Said Jedidi. Hoy: INSTANTE DE LUCIDEZ

«  ein ende mit schrecken ist besser als «  ein ende mit schrecken ist besser als ein schrecken ohne ende »
(Más vale un fin sin angustia que una angustia sin fin)
(Proverbio alemán)


III
Rime nunca olvidó la neutralidad, digna de un electo provincial, de su tio Si Mustafa. Solía decirle que «todos los días son del Señor» y añadía casi murmurando «… y las noches de la señora».
 Acribillado de pasiones, Si Mustafa se presumía de « hombre de cultura viva », cuya moralidad es irreprochable aunque con parámetros conjugados de manera a reconciliar entre la tradición y la modernidad, lo antiguo y lo presente y la religión y Al Ijtihad[1] de tal manera que ninguna acción «  de estos jóvenes rebeldes e inconcientes  le sorprendía  »
 Cada vez que Rime venía a quejarse de la «incomprensión » de los demás la tranquilizaba con su cariñosa manera.
-         Ya verás que su actitud cambiará con el tiempo.
-         ¿ Cuándo ?
-         Cuando un día vendrás a verme y me dirás que, en efecto,  toda esta resistencia sólo fue una crónica de una estupidez y nada más. Sin rencor y sin odio.
   Armado con una buena dosis de humor de todo tipo Si Mustafa era, a la vez, el amable padre y el fiel amigo.
-         Ni Tetuán ni yo hemos visto nunca nada parecido. Tú y Omar sois la ilustración misma del cambio y del futuro.
-         ¿ Por qué ?
-         ¡Tanta fidelidad a sí mismo y al ser amado, tanto y tan ininterrumpido amor. Más de 25 años de hecho ¿Son ya 25 años, no?
-         Más.
-         Pues, qué quieres que te diga. Yo no soy tu padre, ni me gustaría parecerlo, pero a mí no me gustaría. Se calló un instante y corrigió: nunca incurrí en el mismo erróneo diagnóstico de vuestras acciones. Volvió a marcar una breve pausa antes de concluir, esta vez, con tono triste pero sonriendo: como tu padre.
Sus palabras llevaban, como decía Rime, virtudes curativas. Confortaban a Rime en su inalterable convicción de que «lo suyo » ni era crimen impune ni fatalidad implacable.
 Amaba y juró seguir amando al…mismo hombre. Ni ella era una víctima inocente ni Omar un impostor. Lo que creían los «otros», su inercia y sus dilemas seudo éticas no eran más que ideas polvorientas.
-         Una percepción aproximativa de un idealismo conquistador en estado vegetativo,  solía comentar Jafaar con un sorbo de emoción, copiando ostensiblemente de los predicadores de las televisiones evangelistas norteamericanas.
 Luego volvía a fumar frenéticamente. Sabía que Rime era insensible a todos los argumentos.
-         Lo tengo clarísimo, puntualizaba. Lo decidí hace muchísimo
  tiempo después de una larga y serena reflexión.
 El resto, como decía Jafaar  «era gusto a la utopía ».  Con su decisión, Rime era perfectamente conciente. Ni buscaba instaurar una nueva dinámica social ni ninguna ley cardinal en una sociedad, como la tetuaní, donde, tratándose de cuestiones «  revolucionarias » o simplemente nuevas brillaba por su ausencia todo debate y donde siempre prevaleció una descolorada manera de actuar olor a la inquisición.
 Se lo repetía hasta la saciedad «  Ayatolá » Jafaar: «  el mejor Yihad[2] es una palabra de justicia a un primer mandatario »[3].
 Aunque a ella nunca faltaron las referencias, siempre se interesó por la jurisprudencia islámica y los Hadices[4].

Más de 25 años de fidelidad y de amor sincero que, para muchos, a pesar de sus anacrónicas convicciones, se ha convertido en una auténtica belleza íntima. Una extraña mezcla de odio y admiración, salpicada de envidia y de rencor hacia aquella perennidad incierta pero existente.
 Los que combatieron infructuosamente aquel  amor que resistió a todo y a todos seguían viendo más lejos sólo porque eran más altos y no porque tuvieran razón.
 Primero fueron lágrimas introductivas. Más tarde un recurso intensivo a la presión y la coacción y al final a la resignación y a «buenas palabras»  «herederos del humor inocente de un Mario Moreno» comentaba irónicamente Omar.
  Más que fusión entre los defensores y los detractores de la decisión de Rime y de Omar era una cohabitación coyuntural que duró una eternidad, entre muchas otras cosas, porque esperaban o creían esperar que así inscribían su posición en una solución y no en un problema.
 Doble verdad  con la que, con un tono medio paternalista medio docto, trataban de convencer de que sería salvadora si lograra desembocar en una nueva toma de conciencia social a la que ellos de ninguna manera podían ni querían contribuir.
         Espejo del alma de un paisanaje, que a pesar de ser conciente de la imperfección de su estatuto, rechazaba encarnizadamente toda conciencia crítica para evitar pasar del hecho al derecho.
Por su parte, habiendo dicho todo lo que tenían que decir y resistido a todo lo que creían ilógico, Rime y Omar, clamaban de diferente manera pero al unísono su adhesión con timidez o orgullo o las dos a la vez, a aquella «verdad cándida » como llamaba su situación Jafaar.
 Tenía razón la abogada tunecina Radia Nasraoui cuando dijo «vergüenza a los que sólo dejan a sus pueblos la libertad de morir (suicidarse)». 
 Con su generosidad y su fuerza tranquila, Rime y Omar resistieron exitosamente a lo que llamaban «teología primaria ». A ellos no les dejaron ni siquiera esta fúnebre posibilidad.
         De nada sirvió la política viril de aquellas caricaturas de legisladores que nadie eligió ni recomendó. Para Rime y Omar, durante largos años sólo les causó sinfonías de risa o de lágrimas.
 Pero ahora todo esto sonaba trivial…como una relación terminada.
Los tiempos han cambiado... tanto que todo parecía dibujos animados. El mercado central, la «plaza» seguía allí. Se fue adaptando a los nuevos « huéspedes » y a las nuevas generaciones de vendedores de artículos de contrabando procedentes de la vecina Sebta y de clientes venidos de todas partes del país.
-         ¡ Parecía otra cosa !
 Otra cosa. Ahora se habla con un lenguaje corporal. Con otro acento y una forma de ser «importada». Parecía más una etiqueta que una realidad. Todo este buen mundo que parecía haber entrado de la pequeña ventana ha substituido progresivamente lo divino por lo económico.
-         Por lo menos la de «San Quintín » indica que se está al abrigo de la toma de poder de las multinacionales, ironizaba Omar, medio oculto tras una pequeña tienda para poder ver a Rime y los suyos de compras.
         Otra cosa. Todo el mundo era ahora simplista y mal documentado. A todos les llenaba de orgullo  hacer gala de su ignorancia. Él por lo menos era conciente de que, quería o no, formaba parte integrante del irreversible cambio. Cambio de todo...hasta del modo de vida y de amor.
-         ¡ Parecía otra cosa !
Antes nunca se ocultaba para ver a Rime. Ahora son otros tiempos. Pero el mismo pecado y la misma manía de querer institucionalizar para dar un carácter de seudo-legalidad envuelto en un mar de hipocresía, de dudas y del horror absoluto de la intolerancia.



[1] Jurisprudencia Islámica.
[2] Guerra santa que, contrariamente a la concepción occidental, puede extenderse a combates contra los vicios.
[3]  Hadiz o dicho del Profeta  Sidna Mohamed.
[4]  Dichos y consejos del Profeta Mohamed que constituyen un código de conducta para los musulmanes.

 


Comentarios