Marruecos/Signo de los tiempos: La justicia condena al ministerio del interior a pagar 100 000 dh a la AMDH

 

En efecto, la justicia marroquí, segun Yabiladi en su edicion de hoy, acaba de afirmar que las explicaciones presentadas el 27 de septiembre pasado por la defensa de la Wilaya de Rabat para justificar la provisión de una actividad de la Asociación marroquí de derechos humanos (AMDH) son nulas y sin valor, dando de este modo la razón a la AMDH, que gana una batalla contra el ministerio del interior del país.

 

El tribunal administrativo de Rabat ha pronunciado una sentencia en favor de la AMDH al precisar que la decisión de la Wilaya de la capital que consistía en prohibir una actividad de la ONG en septiembre en la sede de la Biblioteca nacional es nula y sin valor y no descansa sobre ninguna base jurídica.

La misma jurisdicción, según “Yabiladi” ha condenado a los servicios del ministerio del interior a pagar a la AMDH 100 000 dh de danos y perjuicios. Una suma que la Asociación marroquí de derechos humanos estima irrisoria y que no corresponde a los perjuicios causados, reclamando en su recurso de apelación 200 000 dh.

El veredicto ilustra el exceso de celos de algunos representantes de la Administración territorial que a veces supera el marco legal cuando no atenta contra él.

Efectivamente la mayoría de las decisiones de restricciones de los derechos de expresión o de reunión en Marruecos suelen ser “ideas”, “concepciones” e incluso extrañas interpretaciones de algunas autoridades locales o nacionales que no descansan sobre ningún argumento jurídico o base legal.

Tanto es así que, incluso después del anuncio del veredicto del Tribunal administrativo que, en principio debía servir a las demás autoridades locales a atemperar su ímpetu en la aplicación de la ley, anoche en un hotel de la ciudad de Agadir donde la ONG contemplaba organizar una sesión de formación de dos Díaz en beneficio de sus militantes de la región del Sus, la dirección del establecimiento corto la luz en la sala donde debía tener lugar el acontecimiento, siendo anulada la actividad a pesar de que la ONG había pagado la reservación de la sala.