"Yamna o memoria Intima" de said Jedidi. Hoy: CONTRASEÑA



               « En el Día del Juicio Final pesará la tinta de los sabios y la sangre de los mártires. No habrá ninguna diferencia entre ambas »
                                                                                                                 Profeta Muhammad (SAS)

I
No sabía por qué tenίa unas tremendas ganas de llorar. Pero necesitaba acuciantemente llorar. Cuanto màs mejor.
Era una extraña tarde húmeda y fría del imprevisto otoño tetuanì. Larga como un día sin pan. Acababa de tener una sensación fugaz: Desde ahora en adelante todo dependerà de la salud del pobre Ami Abdeslam. O lo que era igual: No habrà el menor estado de gracia.
Desde entonces no paraba de pensar en este universo irremediablemente hostil en el que la inquietud y la angustía eran alternativas y en el que muchos de los que predicaban, no solamente no eran modelo para nadie, sino un vestigio para todos.
Temblaba cuando sentía la tentación de cortar todos los puentes, dejando por donde vaya, una sombra indistinta para que no la reconocieran pero tampoco ignorasen.
« Las cosas como son y no como eran », decía en medio de una violenta nostalgia a la sensación de impotencia.
El arca de Yamna… pero con especies imaginadas « prét a porter ».
     -     Puede ser muchas cosas, pero tanto como para tener un arca…
     -     Lo dije bromeando
     -     Ni en bromas

Agonizaba la tranvía en la que pagaba para estar segura de no llegar nunca a tiempo. Desde hacía días efectuaba este trayecto única y exclusivamente para poder hacer orden en sus ideas.
Sentada detràs del conductor del enorme vehículo que traqueteaba, robaba desde el retrovisor el espacio que el «  trole »[1] dejaba atràs, que, ademàs de espacio indeterminado que generaba siempre comportamientos inesperados, para ella era un refugio para su perturbada mente. Solía concluir el trayecto ida y vuelta con màs problemas planteados que los resueltos. Sentía que, contrariamente a lo que esperaba, estaba perdiendo su alma. Pero ella lo apreciaba con delicia y placer.
     -     Cada vez que tomo el « trole » me dà la impresión de haber tomado la vida en marcha, confesó a F’Dila cuando ésta la preguntó con su habitual picardía si tenía a « alguien » en la « tranvía »
La evolución de las coordinadas de su función diaria seguía dilatando el sentido global de lo que podía ser su destino y su continuidad lógica. Cuando decidía hablar, se limitaba a recordar lo que nunca explicó: «  Ante tanto desorden, prefiero la estética de la imperfección », se justificaba.
 « ¿Realidad o ficción? », se preguntaba continuamente antes de enfatizar con su peculiar consternación « ¡ qué barbaridad ! ».
Yamna  brillaba, cada vez màs, por su capacidad de reforzar el misterio…un misterio que, paradójicamente, negaba con todas sus fuerzas y condenaba sin rodeos pero nunca rechazaba.
Con la firmeza de una visionaria y una actitud bicipite, Yamna se encontraba presa de su propia amalgama. Ejercía consigo misma una evidente libertad de palabra. Con los demàs, se mostraba obstinadamente versàtil y confusa.
     -     Te lo voy a confesar netamente...
     -     ¿ No me digas?
     -     En serio. Tu afàn en ocultar tus excelentes facultades físicas comienza a molestar
     -     Te juro que no hago ningún esfuerzo. Pero, me imagino que, por lo menos tú, sabes que, cada vez que pienso en esto, siento un miedo atroz
     -     ¿Atroz, por qué?
     -     Porque, contrariamente a lo que pensàis, sigo casi como antes
     -     Ves. Lo sigues ocultando y yo que creίa merecer parte de tus confidencias
     -     ¡Que no, mujer!
     - Que eres realmente incomprensible. Nunca cambiaràs
     -     ¡ Te repito que no !
     -      Mira Yamna, le advirtió R’Kucha con acento grave : «  El profeta dijo una vez : Ayuda a tu hermano sea éste opresor u oprimido ». Y le preguntó uno de sus compañeros ¿ Cómo se debe ayudar a un opresor ?. Si es oprimido a liberarse de la opresión y si es opresor a dejar definitivamente esta actitud, explicó el Profeta Mohammad
   -       ¡Admirable! Que eres admirable. Sabes hasta la religiόn. Pareces Sidi Mohamed, esto último lo dijo con un ejercicio de equilίbrio esquizofrénico y casi epigramàtico

Se preguntaba quién le dijo una vez que « la tiranía comienza siempre por una cuesta muy dulce »[2]. Prefería hilvanar sus tentaciones.
Por su parte, con una sensibilidad a flor de piel, Ami Abdeslam no sabía qué decir. Sus gesticulaciones expresaban una profunda angustia. Comenzaba a tener, sin aparentarlo, una mezcla de sentimiento de inseguridad y de injusticia. Nadie le preguntaba lo que sentía. Desde hacía días sus ideas nómadas se convirtieron en una notoriedad pública. Por ello, indignado por tanta impertinencia decidió ocultar, a capa y espada, su sufrimiento.
Vivía, como decía Yamna, su dolor con dignidad. «  Parece mentira que cómo puede cambiar el destino »
     -     Tampoco dormiste anoche
     -     ¿ Quién te lo dijo?
     -     Escuchaba tu respiración y…
     -     ¿ La escuchaste desde la habitación contigua ?
     -     Pues… si
     -     Aunque fuera un tren
     -     Pues te estàs convirtiendo en un tren…humano
     -     …Por la noche
Desplegaba enormes esfuerzos para disimular su complejo de culpabilidad y no se acordaba donde había leído «  Nuestra última agonía es nuestra victoria »[3]. No entendía lo que le pasaba ni lo que pasó a Yamna.  « ¿Serà la tortuga?  ¡ Serà posible! No. Debe ser otra cosa ».  Un verdadero crucigrama. Respondía y volvía a plantear la misma pregunta de otra manera. Era consciente de que estaba al borde de la locura. « ¿Cómo es posible que ella se curase y yo atrapara su enfermedad? ». « debe ser otra cosa ». « Lo de la tortuga fué simple invención para divertir a los demàs … una broma, no màs ».
Las húmedas noches martileñas le espantaban. Las calificaba de « noches atroces ». Dejaba su partida de « Parchis » y abandonaba precipitadamente el cafetín Hutu, donde por su inalterable buen humor y su constante bondad era considerado como una especie rara en vias de desaparición. Comenzaba a tener miedo de que los demàs se enteren de sus dificultades respiratorias. De su incapacidad… de su drama.
     -     Respiras mal. Te veo enflaquecido. ¿Qué tienes?
     -     Bronquetis, respondía sonriendo como para decir que no tenía nada...o casi
     -     ¿Has visto a un médico?
     -     ¿Y por qué lo voy a ver ?
     -     Porque te queremos un montón y por nada del mundo nos gustaria perderte 
     -     Exageras. No tengo nada. Te lo digo yo
Sin embargo sabía que tenía algo o como a él le gustaba precisar « comenzaba a tener algo». Se sentía extenuado sin hacer esfuerzo alguno. Buscaba, sin encontrarla, una resistencia física para no aparecer en lo que se ha convertido: un soplador…en un irreductible.
Se atormentaba preguntàndose lo que le pasó, las verdaderas causas de su mal, de su sufrimiento… de su destino.
« Dios mío, Tu clemencia », rogaba al àmparo de los oidos muy receptivos de los demàs.
Mil veces decidió confesarlo todo a su hermano Sidi Mohamed. « Igual puede tener la solución ». «  Él tiene siempre soluciones a todo ». Necesitaba compartir su misterio, revelar su secreto. Hacer confidencias, quejarse, gritar y maldecir a quien haya sido la causa  y la razón.
 « Justamente, ¿ quién ha sido? », se preguntaba por preguntar.
Con Yamna trataba ahora de fomentar una relación dialogante, un estilo sobrio, una nueva cultura con màs solidaridad.
« Las vueltas de la vida », pensaba con ironía, decidido a mantener cierta distancia verbal para, como decía, « no caer en la lisonja gratuita ». Y porque no le podía decir tantas cosas en tan poco tiempo prefería eludir la conversación con ella aunque tenía la intención de explicarle un día la cruel lógica de su autosugestión masculina que le reprochaba a menudo con sus crueles miradas tristes.
Nunca olvidaba,  lo que solía recordar su amigo Aziz, «  eres lo que tienes ». « ¿Y qué tengo yo, o mejor dicho que puedo tener? ». Evitaba evocar el término enfermedad. Lo substituίa por cansancio. Detestaba los términos graves.
     -     ¿ Cómo te sientes hoy Sidi Abdeslam ?
     -     Como ayer y como siempre, Yamna
     -     Pues..
     -     Y tú ¿Te sientes mejor?
     -     Nahmaduhu ua nachkuruh[4]
     -     Laín Chakartum Laazidanakum[5]
Se estaba apagando su veneración por y hacia la vida. Los papeles inversos.       
Desorden en las expresiones y en los deseos y permutación de protagonistas, una versión fragmentada de la abstracta realidad de las cosas, digna de un cuadro de Picasso.
Aprovechando la agonía de una larga noche de verano y el insomnio a causa de su enfisema pulmonar, Ami Abdeslam bormbardeó a Yamna con preguntas sobre su salud, la fórmula que utilizó para curarse y sus primeros efectos.
     -     ¿ Pero cuàndo vas a decidir revelar la verdad?
     -     ¿ A qué verdad te refieres ?
     -     La desaparición por completo de tu asma
     -   No exageres. Ni tanto ni tan sana, contestó con sonrisa pícara, aprovechando todo su poder hipnòtico y tratando de burlar la revelación
 « ¿Qué le debo decir a este hombre? ¿Que fué el quien me proporcionó el remedio? ¿Que la salud està en su tortuga màgica ?... «  Quizàs que su broma haya resultado una providencia ».
Ami Abdeslam buscaba, en vano, en sus inmensos ojos de mujer fatal, pero de una belleza hechiceresca, un indicio de lo que puede ser una orientaciòn.
     -     La gente cuenta muchas cosas, dijo casi enfadado en medio de un genuino asombro                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                       
     -     El rumor aquí es un  verdadero deporte nacional
     -     La verdad es que no sé lo que me pasa ni lo que hice para merecerlo
     -     Mereces lo mejor
     -     Pues no parece
     -    Tu problema es que no eres Yamna, que no eres una críada, que comienzas a sufrir y por ahora difícilmente puedes soportar sus burlas. Pero el tiempo cambiarà muchas cosas
Excéntrica y gran consumidora del misterio, Yamna no se interesaba por lo que contaba la gente, ni confirmaba ni desmentía los rumores. Se limitaba a una leve sonrisa de satisfacción en forma de réplica que, como todas sus réplicas, era su forma de protestar silenciosamente contra todo tuteo familiar. Captaba a cien leguas el sentido y la verdad de lo que se quería decir y expresaba una consternación incrédula ante tan fertíl pero negativa imaginación.
« Hay muchas formas de condenar, solía subrayar cuando se cansaba de su cortejo de desilusiones, pero la pena capital no es la peor ».
En la familia, donde mirar por los  cuatro costados era arte de vivir, esto equivalía a un imperdonable atrevimiento.
     -     Habla de una manera rara. ¿ No te parece?
     -     No
     -     ¿ Cómo no?
     -     No. No me parece que habla de una manera rara
     -     Se diría que te molesta hablar de Yamna
     -     Hablar no. Hablar mal e incluso pensar mal si
     -     Lo que quería decir es que…
     -     Que pronuncia frases que no corresponden a su nivél intelectual
     -     Si ella es analfabeta
     -     ¿Sabes lo que te digo? Que cuando te pones a hablar asi y no sabes hacerlo de otro modo me dà la impresión de que todos somos hijos de un divorcio
     -     ¿Divorcio?
     -     ¡Ah… Dios mío !
     -    Dios se lo diό, Dios se lo quitó, bendito sea Su Santo Nombre
     - Para lo contrario. Dios se lo quitό, Dios se lo volvió a dar, bendito sea Su santo Nombre
El año de una sola conversación: Yamna quien se negaba a salir de su estado de inocencia. Alma de enferma, cabeza de sana y curada. Ante este continuo concierto de vanidades, se mostraba insensible. « Todos van a por la lana », calificaba las improvisadas tertulias en el umbral transformado en hervidero de gente que comentaba en voz baja el màgico efecto de la tortuga sobre la salud de Yamna. « Y todos van a salir trasquilados » matizaba, segura de lo que afirmaba. « Es el colmo, se quejaba en silencio, antes seducía ahora intrigo. Afortunadamente me siento libre de toda obligación o necesidad de gustar».
     -     Te veo, cada vez, màs triste, Yamna
     -     ¡ Ni hablar !
     -     ¿ Estàs bien en esta casa ?
     -     Mira. Me une a esta familia infinitamente màs cosas de las que se creen y una de ellas, quizàs la màs importante, consiste en que no tengo otra… no conozco otra, respondió sin pensarlo dos veces con una excepcional fuerza de convicción pero con un placer mutilado al no poder medir en los ojos de R’Kucha el efecto ejercido por lo que le acababa de revelar
     -     Me gustas cuando hablas así, cuando hablas con la lengua y el corazón
     -     Mentir, se puede mentir a los demàs, pero no a sí misma y tú, hermana R’Kucha eres màs que yo misma. En efecto soy de origen modesto. Conocí, sino la miseria, dificultades pero también momentos faustos y digo y repito Al hamdu Lilah, comentó con una evidente sinceridad
Yamna estaba acostumbrada a la insolencia de las posturas.
El correo electrónico aún no había sido inventado, la hipocresía si.
Sus interlocutores se perdían en el asombro por sus reflejos y sus vueltas de tuerca, suaves y extremadamente atinados. « No sé exactamente cuàntos años tengo. Pero sé, en cambio, que a mi edad si un día decido hacer una cosa la tendré que hacer bien y no ponerme la soga al cuello » solía decir cuando se evocaba su extraño modo de comportarse « desde hacía semanas ».
Se le llenaron los ojos de làgrimas cuando recordó que anoche durante uno de los paseos de una noche del prematuro verano martileño, con un cielo sin disfraz, queriendo distraer a su enfisema, Ami Abdeslam se atrevió a examinar la conciencia desgraciada de los demàs:
     -     ¿Cuàl de los dos destinos està màs cerca de Martil, Algeciras o la luna?
Nadie contestó. A nadie le interesaba contestar las ahora « impertinencias » de Ami Abdeslam.
     -     La luna, enlazó sin emoción, porque la vemos desde aquí, explicò sin esperanza de agradar
           A nadie le interesó la fuerza ni la ilusión de Ami Abdeslam para maquillar su estado de salud.
« Por lo menos ahora comprenderà mejor la impostura y la hipocresía », pensó Yamna en un espontàneo ejercicio divinatorio. Su huérfana risa para paliar la decepción de Ami Abdeslam le apenó todavía màs.
Alternando violencia y ternura, Yamna insinuaba, sin atreverse a aparentarlo, que la familia estaba tejiendo, a una vertiginosa velocidad, intereses cínicos en los que no cabían los reducidos o discapacitados por alguna causa.
Se refería principalmente a Ami Abdeslam pero también a ella misma y su inferioridad.
Le parecía menos fulminante la belleza de Rabia con la que sin intentarlo y a pesar de tener casi la misma edad, mantenía una intensa relación filial. Leía en su eterna sonrisa, « ahora enigmàticamente menos càlida, màs dura », una ilusoria súplica para que su marido no pasara a formar parte de la colección de recuerdos.
¿Pero qué puedo hacer yo ? Pensaba. Se cansό barajando las posibilidades que, una vez infructuosamente agotadas, respondió con resignaciόn «  poco…muy poco ». «  Lo justo que puede hacer una mujer en esta sociedad », concluyó con una triste sonrisa.
Respuesta silenciosa a una súplica adivinada.
Sin decir palabra, meditaba sobre todos los mitos venerados. No comprendía por qué había màs enfrentamientos que connivencias, màs penas que felicidad y màs vehemencia que flexibilidad y comprensión.
De repente se dió cuenta de que el camino era aún largo… excesivamente largo para Ami Abdeslam, quien, màs que andar, se arrastraba.
     -     Creo que debemos volver a casa
     -     ¡Ni hablar! Respondieron en coro
     -     Sidi Abdeslam està cansado
     -     ¿Por qué no vuelves tú con él?
     - De acuerdo nosotros los dos volvemos
     -     Deja a Rabia aprovechar de esta espléndida noche
La luna llena les acompañó durante todo el triste camino en el curso del cual, fingiendo concentrarse para atraer la atenciòn, el pobre hombre descansaba cada dos o tres metros.



[1]  Trolebuses verdes que recorrían parte de Tetuàn con  un tendido eléctrico
[2] Brian Eno : músico fundador del Roxy Music
[3] Bartolomeo Vanzetti
[4]  Alabado sea Dios
[5]   Si dàis gracias a Dios os darà màs ( Coràn )

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