Circulo de embajadores de la paz: De nuestro embajador Uzeyir Lokman CAYCI (Turquia) ESCRITO EN LA OSCURIDAD POR LA GUERRA




No podrás calentarte más,
tus manos frías ya no se tenderán a la amistad.
Tienes el tiempo justo para mirar atrás
y observar lo que alguna vez fue y ya no es.
Repasa por un momento la época
de tu amistad con las flores,
el dulce placer de amar,
la luz que derramabas desde la tierna belleza de tu corazón.

Es triste pero aquí están quienes deciden tus mañanas.
Quizás no alcances el mes de marzo.
Tus pies de niño no podrán hundirse más en la nieve.
Después de ti,
las marcas de la guerra
jamás serán borradas de las escuelas.
Los libros hablarán de ti.
Métete por última vez
entre los brazos de tu madre,
antes de ver las huellas de muerte, de la sangre,
de experimentar el sufrimiento.
Con la respiración contenida, dile adiós a las flores.
El tiempo se estrecha
a medida que las penas pisotean tus sentimientos
.
Jamás serás olvidado
mientras tu recuerdo esté sembrado
en el corazón de los vivos.
En vez de dejar en su lugar la cólera,
¿Por qué desean hacer la guerra?
¿Jamás has pensado tú,
qué desean ellos de ti?
Es su propio enemigo interno quien los mueve.
Yo sé que te encuentras de cara a la insania
de quienes no pueden entenderse a sí mismos.
No puedo hacer nada.
No puedo impedir la animosidad
de quienes hacen de ti una víctima de guerras
cuya esencia es la muerte
y la provocación del llanto.
¡Tú eres tan pequeño y te amo tanto!
Mañana, serán exhibidos, unos tras otros,
los falsos sentimientos contenidos en las recetas y los ingresos

de quienes buscan la oscuridad para sembrar el miedo
y temas para canciones tristes.
Las pasiones harán temblar las manos de algunos
mientras ellos dibujan manchas de sangre con su tinta de fuego.
¡De eso puedes estar seguro, mi niño!
Si en la mesa, tu madre hambrienta cae sobre ti, llorando,
antes de probar un bocado de pan,
no olvides sonreírle, mi niño.
En el presente, tú vives bajo amenazas de guerra
que buscan el petróleo.
Irak vibra delante de tus ventanas.
Las viejas líneas igualmente se ponen a seguirte
.
Yo sé que las flores no viven en las afueras de los cañones.
La guerra trae pesadumbre a los hogares, no alegrías.
Métete por última vez
entre los brazos de tu madre,
antes de ver las huellas de muerte, de la sangre,
de experimentar el sufrimiento.
Con la respiración contenida, dile adiós a las flores.
El tiempo se estrecha
a medida que las penas pisotean tus sentimientos
.

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