Consejo Económico, Social y medioambiental/Bancos islámicos: DERECHO A DISCREPAR...




 
Ayer (jueves 28 de agosto) durante la presentación y adopción de la opinión del Consejo Económico, Social y medioambiental sobre el proyecto de ley sobre los bancos participativos, o lo que es igual: los bancos islámicos, hubo una alteración entre Mustafa Benhamza, presidente del Consejo regional de los Ulemas del oriental y Hakima Naji, militante feminista, que contestaba el papel dado por este proyecto al Consejo superior de Ulemas de Marruecos, ambos miembros del CESE, que no termino hasta que el primero abandono la reunión.
No obstante, en su opinión, el CESE ha subrayado dos puntos débiles del proyecto que deberían ser tomados en consideración:
a)   El derecho del consumidor a una formación clara para evitar que sea victima de una errónea comunicación de marketing.
b)   Y la necesidad de aclarar el papel del Consejo nacional de Ulemas frente al regulador de Bank Al Magrbi (banco de Marruecos), punto que ha suscitado un vivo debate.
Ideas y contra-ideas: Khalil Bensami puso en tela de juicio la constitucionalidad misma en el proyecto de ley de la intervención del Consejo de Ulema en el sistema bancario.
Respuesta de Mustafa Benhamza: “Las prerrogativas del Conseo de Ulemas son de notoriedad publica e inscritas en la constitución y especificadas por un Dari (decreto real).
Luego… la intervención de la discordia: Hakima Naji toma la palabra para contestar, a su vez, el papel del Consejo Superior de Ulemas, preguntándose ¿vamos a optar por una gestión religiosa de las finanzas? Y hacer alusión al wahabismo cuando afirma que “la ideología no debe ocultarse detrás de las finanzas o lo monetario”, explicando que “el banco central no es “no-islámico” y tiene las competencias y las prerrogativas necearías para administrar estos bancos como el resto de los bancos”.
“Es la segunda vez en que soy objeto de un parecido ataque en este consejo”, se indigna Mustafa Benhamza quien responde explícitamente: “no somos wahabitas. Somos marroquíes en Marruecos”.
Lo que no parece haber convencido y apaciguado los ánimos de los contestan el papel de los ulemas en esta cuestión, necesitando la intervención del propio presidente del CESE, Nizar Baraka para calmar el debate: “Se debe permanecer objetivo en este objetivo” antes de explicarlo con pruebas en las manos: “En primer lugar los productos de finanzas islámicas existen desde hace anos en Marruecos. Hubo, efectivamente, dificultades al comienzo, pero desde el 2010, representan cerca de 1000 millones de Dh de ahorro. Naturalmente la creación de los bancos con capital participativo (bancos islámicos) debe permitir reforzarlos”.
Por algo fue ministro de finanzas.

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