Poesía marroquí de expresión española: TETUÁN, LOS CIUDADANOS DE LA PALOMA BLANCA. MARIEM MERROUN



En la ciudad de Tetuán,
A veces me dan ganas de volar sobre la Paloma Blanca
Y alimentarme aunque sea de agua y pan.
Pero también es cierto que me he sentido como una niña juguetona
Y me he divertido como Peter Pan (Punk).
Las niñas,
En las bodas de Tetuán,
Visten más caro que la novia el caftán,
A ver si así consiguen conquistar a algún mozo de buena familia
Cuyo apellido tenga más valor que un sultán.
Yo,
Sin embargo,
Sigo esperando a mi Don Juan,
Que me regale no una rosa,
Si es listo un tulipán.
Y si lo acompañase con un girasol seria todo un galán.
Adán,
El primer hombre que bajo a la Tierra,
Creo que lo hizo en Marruecos,
Porque nos dejo los restos de la belleza de Eva,
Que llego a la mujer de Tetuán.
Piel suave como masajeada con argán,
Ojos negros y brillantes como el alquitrán,
Y labios rojizos cual azafrán.
Los ciudadanos de Tetuán,
Vayas donde vayas siempre están,
Y en cualquier fiesta todos cabrán,
Y para que no les roben la Fakasa,
Pondrán a una mujer guardián,
Aunque es una delicia su boruca y mazapán.
Dicen de sus mujeres que pertenecen a un clan,
Muy privado y charlatán,
¡Por DIOS!
No son seguidoras de Satán,
Solo entre ellas reciben y dan.
Adoro Tetuán,
Sobre todo de madrugada cuando rezo el fajar,
Que es en esta rara y difícil vida mi talismán,
Y en mi corazón nunca faltara DIOS, mi familia y mi imán.
Hasta el más agnóstico se vuelve musulmán.
Tetuán me enseño a compartir, ayudar, me enseño amar y respetar,
En Tetuán aprendí el Corán.
Gracias por todo lo que me has dado Tetuán. 

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