… O la desatinada comunicación.
Y el resultado es: el Partido de la
Justicia y Desarrollo (cada vez menos de Abdeilah Benkiran)
acaba de perder el escrutinio parcial en Moulay Yakoub y en Sidi Ifni con una
abismal diferencia de votos en la primera circunscripción de 3 000 votos a
favor de un candidato del Partido del Istiklal (nacionalista).
Naturalmente, como en toda
derrota electoral en Marruecos, las secciones locales del PJD en ambas circunscripciones
alegan tener pruebas de fraude electoral.
Lo que nadie se ha atrevido a
hacer a excepción del ex jefe de la diplomacia marroquí Saad Eddin Otmani es de
proceder a una autocrítica para contrarrestar autosugestiones, errores y “meteduras
de pata” del propio Benkiran y de los departamentos de información y de comunicación
del que fuera, hasta hace poco el partido más creíble del país. Como sucedió hace
poco con un postulante a la adhesión a este partido (Isaac Charia) a quien los
encargados de comunicación del PJD presentaron, en flagrante violación de la deontología
y los principios éticos de la política, como “primicia” publicando su carta de adhesión
en los órganos informativos del partido, porque lo confundieron (debido a su
nombre) con un judío.
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